Por primera vez en la historia cinco generaciones están trabajando juntas en la oficina, según un informe del Foro Económico Mundial (WEF). Una diversidad sin precedentes que abarca desde los más veteranos de la denominada generación silenciosa hasta los nativos digitales de la generación Z, pasando por los baby boomers, la generación X y los millennials. Y a punto de llamar a la puerta del mercado laboral está la generación alfa, la de los nacidos a partir de 2008.

Cada una de estas generaciones tiene sus propios valores, motivaciones, expectativas y formas únicas de afrontar tanto la vida como el trabajo, algo que las empresas tienen que tener en cuenta para gestionar la convivencia y las necesidades de cada cual. Cada una puede aporta un conjunto único de experiencias al lugar de trabajo, por lo que no ser capaces de integrarlos a todos puede suponer un alto coste para las compañías.

“Las fuerzas laborales multigeneracionales son clave para nuestro futuro. Los cambios demográficos en el trabajo no son nuevos; los líderes siempre han tenido que lograr un equilibrio entre dar la bienvenida a los talentos jóvenes y nutrir a los profesionales experimentados”, indica el informe del WEF. Y lo que no se puede perder de vista es que los jóvenes son el futuro. En 2034 se espera que el 80% de la fuerza laboral de las economías avanzadas esté compuesta por millennials, centennials y los primeros Alfa.

En ese sentido, el Foro Económico Mundial apunta que la diferencia de edad de la fuerza laboral nunca había sido tan amplia, pero aunque cada generación aporta algo distintivo ninguna está recibiendo tanta atención como la generación Z, que es como una fuerza gravitacional que atrae a las demás hacia su órbita. Sus valores (comunidad, mentalidad global, acceso en lugar de propiedad...), su facilidad para aprender nuevas tecnologías y las cantidades masivas de datos e información que manejan están impulsando el cambio en los lugares de trabajo.

Las experiencias fuera del trabajo de los GenZ también repercuten en las cambiantes demandas laborales. En ese sentido, la fidelidad a una única empresa durante la mayor parte de su vida laboral también empieza a ser cosa del pasado. Los empleados de esta generación tienen más probabilidades de cambiar de trabajo que los de las anteriores. En la encuesta EY Work Reimagined Survey de 2024 , el 38% de los encuestados afirma que es probable que dejen su trabajo el próximo año, lo que supone un aumento de 4 puntos porcentuales con respecto a la encuesta anterior.

Mantener a esta generación en la empresa es importante para impulsar la innovación y señalar nuevas ideas y métodos que apunten hacia el futuro. El potencial total de la transformación empresarial dependerá en gran medida de la Generación Z y de su capacidad para adaptarse a los avances tecnológicos que redefinirán los roles laborales. La presidenta global y directora ejecutivo de EY, Janet Truncale, subraya tres acciones esenciales que deben emprender los líderes empresariales para beneficiarse de la rica diversidad laboral actual:

Los conocimientos combinados de cada generación pueden generar soluciones innovadoras. En un contexto en el que los grupos de talento se están reduciendo, la colaboración entre generaciones es esencial. Esto implica crear intencionadamente equipos combinados para romper jerarquías, dejar de lado estereotipos generacionales sesgados y aceptar distintas formas de pensar.

Los rápidos avances en cuanto a inteligencia artificial (IA) y automatización siguen redefiniendo los roles laborales. Las empresas deben superar las brechas generacionales y priorizar el aprendizaje continuo y ofreciendo capacitación personalizada a todos sus empleados, especialmente a los Gen X y millennials que pueden tener una perspectiva completamente diferente a los Z en este aspecto.

Aunque la tecnología pueda estar cada vez más integrada en las estructuras laborales, la necesidad de empatía, ética y resolución crítica de problemas seguirá estando presente, y eso es lo que aporta el ser humano. Las empresas que aprovechen los matices de cada generación y promuevan conexiones significativas serán las que señalen el camino hacia nuevos modelos estructurales y organizacionales.