Cuando Val Kilmer fue Jim Morrison y descubrió las canciones de The Doors a la Generación X

El fallecido actor se obsesionó tanto en su personificación del icónico cantante que tras el rodaje tuvo que acudir a terapia para salir del personaje
La película de Oliver Stone hizo que una generación de jóvenes se interesara por la música de la legendaria banda de rock de los 60
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La moda actual de biopics de Hollywood sobre leyendas del rock -de Freddie Mercury a Bob Dylan, pasando por Elvis, Springsteen o el que planea Sam Mendes sobre The Beatles- tuvo un ilustre precedente allá por 1991, el gran año de la eclosión del grunge, cuando Oliver Stone presentó su visión sobre una de las grandes bandas de los sesenta, The Doors. Y fue el ahora fallecido Val Kilmer quien se encargó de descubrir el magnetismo incandescente del mítico Jim Morrison a una generación X que hasta ese momento apenas había oído hablar de él pero que cayó inmediatamente rendida a una mística con la que sentía que tenía mucho en común.

El filme tuvo un éxito moderado en taquilla, pero su banda sonora con las canciones más emblemáticas de The Doors empezó a circular entre los institutos de la época con la misma fluidez que el 'Nevermind' de Nirvana, y el poster en el que aparecía un flamígero Val Kilmer caracterizado a la perfección como el carismático cantante decoró las paredes de innumerables habitaciones de adolescentes de la época. De repente, toda una generación descubrió las deudas que tenían ídolos de la época como Bono de U2, Michael Hutchence de INXS o el Enrique Bunbury de Héroes del Silencio con el denominado 'rey lagarto'.
Para cuando se estrenó 'The Doors', habían pasado 20 años de la muerte de Morrison. Pero Oliver Stone, que entonces era uno de los directores más poderosos de Hollywood gracias a 'Platoon', 'Wall Street' o 'Nacido el 4 de julio', siempre quiso hacer una película sobre el icónico artista. “Lo adoraba. Pensaba que era una fuerza gigantesca que se abría paso hacia el otro lado. Decía cosas que había que decir. Otros también las decían, pero era el único que se metía realmente en lo erótico", decía el cineasta en una entrevista de la época.
De la misma forma que ocurre ahora, elegir el casting adecuado era asunto peliagudo. Solo que entonces no había redes sociales para despellejar cualquier decisión. La plana mayor de los actores más en boga de los 80 optaron al papel de Morrison, desde Tom Cruise a Richard Gere, pasando por Johnny Depp o John Travolta, pero el elegido terminó siendo Val Kilmer, que ya por entonces acumulaba un prometedor y variado currículum pero no era una superestrella.

Val Kilmer ya había sido Iceman en 'Top Gun', el héroe de 'Willow' y el protagonista de 'Top Secret' -todos hitos absolutos de los años 80- cuando se enteró de que Stone buscaba a un Jim Morrison. El actor no dudó en gastar varios miles de dólares en filmar un vídeo de ocho minutos personificando al rockero en distintas etapas de su vida y demostrando sus habilidades vocales. El director no tuvo que mirar más opciones.
Inmersión absoluta en el personaje
Una vez elegido, Val Kilmer se tomó en serio lo de convertirse en Morrison. Se sometió a régimen para perder peso, se pasó seis meses aprendiéndose 50 canciones de The Doors, de las cuales 15 interpretaría él mismo en la película. Estudió todos los movimientos, la manera de comportarse en el escenario, los gestos y la forma de hablar del cantante y, por supuesto, se vistió escrupulosamente como él, incluidos sus icónicos pantalones de cuero.
Ni siquiera los integrantes reales de The Doors, Robbie Krieger y John Desmore, pudieron notar la diferencia entre su voz y la de Morrison. Prácticamente todo el mundo estuvo de acuerdo en que la de Val Kilmer era una de las mejores caracterizaciones de un músico en la ficción. Pero el actor se obsesionó tanto con el personaje que tuvo que acudir a terapia tras el rodaje para volver a ser él mismo.
Una visión controvertida que no gustó a todos
Sin embargo, la película no despertó tantas adhesiones entre la crítica. Tampoco convenció a sus excompañeros cómo Stone había representado a Morrison. "Ese que aparece en la película no es Jim, ese es un tarado. The Doors tenía que ver con el idealismo, con los años 60 y la búsqueda de libertad y hermandad. Pero la película no está basada en el amor, sino en la locura y el caos. Oliver Stone transformó a Jim en un agente de destrucción”, denunciaba el teclista Ray Manzarek, interpretado en la cinta por Kyle MacLachlan, el entonces muy popular agente Cooper de 'Twin Peaks'.
Si en estos tiempos se hiciera otro biopic sobre el cantante posiblemente adoptaría un enfoque más blanco y menos controvertido que el de aquella película, pero toda una generación aún recuerda que descubrió a Jim Morrison gracias a Val Kilmer. Y eso es motivo suficiente para estarle eternamente agradecido.
