Ortografía

El libro con el que podrás quitarte fácil las faltas al escribir: "No hace falta memorizar reglas eternas"

Álex Herrero, autor del libro "El pequeño libro para escribir sin faltas"
Álex Herrero, autor del libro 'El pequeño libro para escribir sin faltas'Pexels
Compartir

En tiempos en que las redes sociales dominan la comunicación diaria y la rapidez a menudo sacrifica la precisión, la ortografía cobra una relevancia renovada. Álex Herrero, corrector, editor y divulgador lingüístico, explora esta temática en su libro ‘El pequeño libro para escribir sin faltas’, definido por el propio autor como un «botiquín de primeros auxilios ortográficos». Diseñado para permitir encontrar solución rápida a todas esas dudas lingüísticas habituales, sin necesidad de tener que consultar extensos manuales.

Errores comunes y soluciones sencillas

Las faltas de ortografía son demasiados comunes y, en ocasiones, pueden incluso ser dolorosas, como afirma el propio autor con humor pero firmeza: «Sería difícil evaluar el dolor entre un machetazo o un disparo». Sin embargo, destaca particularmente la denominada "coma criminal", aquella colocada incorrectamente entre sujeto y verbo. «El dolor textual no debe resultarnos ajeno, sino que debemos aprender a curarlo», recalca el autor, subrayando la importancia de cuidar la escritura como se cuida la salud.

La forma de sanarlo es aprender y, en ocasiones, ser conscientes de nuestros errores, aunque a muchas personas les den miedo las correcciones ortográficas, debido a la manera en que estas se presentan. Para él, corregir no debe ser un acto agresivo, sino didáctico y amable. «A nadie le gusta que lo corrijan, pero a todos les encanta que los asesoren», asegura. Explica que la ortografía funciona como un indicador social y cultural, por lo que muchos sienten presión y ansiedad al escribir correctamente. Para combatir esto, propone un enfoque pedagógico y empático.

Para esto, Herrero dota de gran importancia al humor a la hora de aprender y enseñar ortografía, ya que, este tipo de enfoques «ayuda a retener información, crear asociaciones mentales y perderle miedo a algo tan intimidante como la ortografía». Durante más de ocho años formando correctores y editores, asegura no haber encontrado a nadie que no disfrutara del aprendizaje de esta materia, en ocasiones tan densa, cuando este se acompaña de buen toque de humor.

Los errores ortográficos más comunes

En cualquier caso, si cometes errores ortográficos de vez en cuando, no te preocupes, que no estás solo. Por ejemplo el más habitual entre quienes presumen escribir correctamente, Herrero, es el uso erróneo de abreviaturas y plurales de siglas: «Debemos recordar que en abreviaturas como EE. UU. es necesario un espacio entre cada letra con punto, y que el plural en siglas solo lo marca el determinante 'las ONG', aunque oralmente digamos 'las oenegés'».

Harina de otro costal serían los errores más frecuentes en redes sociales, donde suele ser bastante común confundir entre "por qué", "porque", "por que" y "porqué". «Entiendo que la norma puede parecer confusa», reconoce, «pero es crucial prestar atención para mejorar». Herrero enfatiza que el beneficio ortográfico no llega simplemente leyendo más, sino leyendo con atención a la forma en que se escriben las palabras.

Pero si hablamos de errores habituales, no se puede dejar de mencionar uno de los más irritantes para muchos usuarios del español, según Herrero: la confusión entre "haber" y "a ver". Aunque puede generar mucha frustración, recomienda calma y claridad al explicar la diferencia, ya que ambas formas se pronuncian igual y eso lleva a muchas personas a equivocarse.

Otro nivel diferente del infierno quedaría reservado a los amantes de las mayúsculas: «Escribir todo en mayúsculas es como gritar por escrito; mejor usar negritas o subrayados», recomienda Herrero. 

Imagen de portada de "El pequeño libro para escribir sin faltas"

Nadie nace sabiendo ortografía

En cualquier caso, es importante ser conscientes de que nadie nace sabiendo, y que cometer errores es parte del proceso. Incluso el propio Herrero admite con sinceridad que él mismo a veces duda entre palabras similares, como "alimentario" y "alimenticio". «Un corrector solo puede hacer bien su trabajo si tiene más dudas que certezas», concluye, destacando la importancia de mantener una actitud crítica y curiosa hacia el lenguaje.

Queda por tanto claro que la intención de Álex Herrero con ‘El pequeño libro para escribir sin faltas’ es darnos herramientas prácticas para luchar contra los errores más habituales de nuestro idioma escrito, y que sean accesibles para todos, con el objetivo de hacer que la ortografía deje de ser una fuente de estrés y se convierta en una aliada cotidiana. Al final, la ortografía no debe ser un arma, sino un puente que facilite una comunicación clara, respetuosa y efectiva entre todos nosotros.