'Boomers', la primera generación que vive mejor que sus hijos: "Su poder es que compraron casas por cuatro patatas que ahora venden por dos millones”
Analía Plaza disecciona en el libro 'La vida cañón' el retrato robot de la generación que se ha jubilado en los últimos años o está a punto de hacerlo
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Madrid¿Qué es darse ‘la vida cañón’? La expresión aparece en una ejemplar de la revista ‘Mundo Gráfico’ de 1935 en la que preguntan a un hombre del barrio madrileño de Lavapiés sobre qué haría si le tocara la lotería y contesta que darse “la vida cañón”, expresión que incluiría entre otras cosas comprarle un mantón a su esposa, hacerse con un gramófono -el Spotify de la época- o adquirir buenas localidades para ir al teatro o los toros.
El hallazgo casual de la revista inspiró la canción del mismo título al grupo madrileño Alcalá Norte. Y de ahí pasó a ser el título del libro de Analía Plaza: ‘La vida cañón: la historia de España a través de los boomers’ (Temas de Hoy), un retrato de las vicisitudes vitales y económicas de los españoles que hoy cuenta entre 55 y 70 años y que fue capaz de conseguir logros que para las generaciones posteriores parecen casi de ciencia ficción: los más gordos, comprarse una vivienda (o más de una) y hacerse con un trabajo para toda la vida.
¿Quiénes son los ‘boomers’?
En España, los ‘boomers’ o ‘baby boomers’ son los nacidos entre 1957 y 1977. En esos años hubo una explosión de la natalidad tremenda, con 14 millones de niños. Específicamente, para este libro me he centrado en los nacidos entre el 57 y el 70, porque me di cuenta que la historia de a partir del 71 es un poco distinta, porque ya vivieron un contexto cultural diferente y una situación económica también diferente: el mercado laboral no se lo puso tan fácil.
El libro comienza con un la descripción de un meme que pone sobre la mesa la principal diferencia de los ‘boomers’ con las generaciones posteriores: el acceso a la vivienda
Sí, es ese en el que se ve a un grupo de personas de cierta edad bailando alegremente en un vídeo con un texto que pone “boomers’ que compraron su casa por siete frambuesas -o dos almendras o cuatro patatas, según la versión- y que ahora la venden por dos millones”. La vivienda es un tema central para entender a los ‘boomers’ porque tuvieron la oportunidad de comprar a un precio favorable, algo que las generaciones posteriores han tenido mucho más difícil. Eso los ha convertido en el colectivo más rico de España al tener más patrimonio, en el que la vivienda tiene un peso fundamental.
¿Vivienda o viviendas, en plural?
Lo cierto es que el ‘boomer’ medio sigue viviendo en la casa que se compró. Eso no quiere decir que haya otros que tengan una segunda residencia o incluso unos cuantos que se enriquecieron gracias a propiedades que habían adquirido por 2 o 3 millones de pesetas en los 80 y que luego vendieron en la burbuja inmobiliaria por diez veces más. Hay casos muy diversos.
Otro concepto muy ‘boomer’ es el del trabajo para toda la vida
Sí, otra especie en vías de extinción. La generación que tiene hoy entre 30 y 40 años, aunque consiga un buen empleo, tendrá siempre la sensación de temporalidad, de a ver cuánto va a durar esto… Los ‘boomers’ tuvieron, en su mayoría, un trabajo estable y disfrutan de buenas pensiones.
Ese cóctel, ¿determina el estilo de vida que llevan muchos ‘boomers’?
Hay una entrevista reciente con la Secretaria de Estado de la Seguridad Social en la que habla de las pensiones como dinamizadoras de la economía. Con la casa pagada y los hijos fuera de casa, muchos ‘boomers’ están disfrutando de ocio activo, incluso con viajazos internacionales que cuestan miles de euros.
Todo eso aparece en redes sociales y claro, muchos pensarán que menuda vidorra, pero ¿deben los ‘boomers’ sentirse culpables de serlo?
En absoluto. En el libro nunca pretendo decir nada parecido. Me parece estupendo que sean disfrutones, que se tomen sus ‘gin tonics’, sus cafecitos, que se se dediquen a bailar salsa… Otro debate distinto es si se pudieron tomar mejores decisiones en algunos momentos…
¿Qué tipo de decisiones?
En el libro cuento que se han producido situaciones onerosas, como las prejubilaciones masivas ¡y muy generosas! que se dieron a partir de los años 90 y que han conducido a una devaluación de los salarios de las generaciones posteriores.
¿Hay riesgo de un choque intergeneracional?
Más bien lo que hay son situaciones de frustración derivadas de cómo ha cambiado la situación económica. Los ‘boomers’ transmitieron a sus hijos la cultura del esfuerzo, los enviaron a la universidad y los ‘millennials’ han chocado luego con una realidad que no se correspondía con las expectativas que tenían.
Entonces la vida de los ‘boomers’, ¿ha sido una fiesta?
Tengo un amigo que siempre dice justo eso, que los ‘boomers’ vivieron la gran fiesta económica de la historia de España y que a los de la Generación X, que son los siguientes, aún les quedó alguna copita por tomar. Sin embargo, luego llegamos los ‘millennials’ -Analía Plaza nació en 1987- para nosotros ya no nos había nada… Pero bueno, respecto a la ‘fiesta’ de la vida de los ‘boomers’ también hay matices, no se puede generalizar.
¿En qué sentido?
Por ejemplo, hay una clara distinción entre sexos. Las mujeres ‘boomers’ han llevado una vida generalmente peor de la de los hombres. En el proceso del libro me he encontrado con testimonios de mujeres que no pudieron divorciarse porque tuvieron que cogerse una jornada partida para cuidar a los hijos y no tenían dinero o porque su pensión era bajísima al haber cotizado menos… Por no hablar de las historias de malos tratos dentro del matrimonio que me han contado.
Volviendo al tema del patrimonio, ¿van a ser sus hijos ‘millennials’ lo grandes beneficiados de esa riqueza acumulada por los ‘boomers’ por la vía de la herencia?
Sí, es ley de vida. Lo que ocurre es que en este caso va a suceder algo que ya se está viendo y es que va a haber una gran diferencia entre unos y otros. No es lo mismo recibir una herencia que incluya varios pisos en, pongamos, Madrid, que una casa en un pueblo… De hecho, se han publicado artículos recientemente alertando de que las diferencias de estatus se están acrecentando debido a esto.
