El consejo de Patti Smith para los jóvenes artistas que tiene más sentido del que parece: "Cuídate los dientes"

En el discurso que dio a los graduados del Pratt Institute en 2010 ya regaló este consejo a los asistentes
Las memorias de Patti Smith serán una serie de televisión
El consejo suena casi a chiste de backstage: “Cuídate los dientes”. Pero Patti Smith, de 78 años, madrina del punk y autora de unas memorias recién publicadas en España, lleva más de una década repitiéndolo como uno de sus mantras para los jóvenes artistas. No es una boutade; es toda una declaración de principios sobre qué significa, de verdad, sostener una vida creativa.
Smith ha comentado recientemente: “La gente se ríe cuando digo que os cuidéis los dientes, pero si estás listo para pintar tu obra maestra y necesitas una endodoncia, no puedes trabajar”. Detrás del chiste dental hay una ética muy seria: el arte no vive en el vacío, vive en un cuerpo que duele, envejece y necesita ser atendido.
Discurso universitario
No es la primera vez que Smith formula este consejo. En el discurso que dio a los graduados del Pratt Institute en 2010, resumió su filosofía de supervivencia con una frase que se ha viralizado una y otra vez: «Sé feliz, cuídate los dientes y deja que tu conciencia sea tu guía».
Poco después, esa línea empezó a circular en artículos, recopilaciones de discursos y hasta en cartas abiertas de artistas que agradecían que alguien legitimara la parte menos romántica del oficio: tener un trabajo alimenticio, pagar el dentista, no sentir que eso traiciona la vocación. La escritora y música Sarah Pinsker recordaba cómo esas palabras de Smith —«no hay nada vergonzoso en tener un trabajo normal. Cuida tus dientes. Puedes hacer todo eso y seguir haciendo arte»— le ayudaron a aceptar su propia vida híbrida entre creatividad y trabajo estable.
El consejo, que podría quedar reducido a meme, en realidad encaja con una trayectoria entera: Patti Smith siempre ha hablado de arte, sí, pero también de alquileres, fábricas, camareros, pérdidas, enfermedades y facturas.

“Pan de ángeles”: el cuerpo, la clase, la herida
Ese mismo tono recorre “Pan de ángeles”, las nuevas memorias que Lumen acaba de publicar en España y que se presentan como sus “radiantes memorias definitivas”. El libro, editado originalmente como Bread of Angels y lanzado en noviembre de 2025, teje un relato que va desde su infancia en una familia de clase trabajadora tras la Segunda Guerra Mundial hasta sus preocupaciones actuales, entrelazando música, poesía, trabajo precario y maternidades difíciles.
Estas memorias son también el lugar donde Smith cuenta, por primera vez con detalle, cómo descubrió a los 65 años que el hombre que la había criado no era su padre biológico. La revelación llega tarde, casi como un terremoto que desplaza retrospectivamente los recuerdos de infancia, la figura del padre obrero y lector, la idea misma de identidad.
En una entrevista reciente, Smith explica que escribir Pan de ángeles fue un proceso “emocionalmente duro”, marcado por duelos, secretos familiares y por esa búsqueda del verdadero progenitor que la llevó a revisar su propia historia desde cero.
Cuando ahora aconseja a los jóvenes “cuidaos los dientes”, habla alguien que sabe lo que es vivir al límite: enfermedades, viudedad, cuidar hijos, sostener giras largas con un cuerpo que ya no tiene 25 años. El cuerpo, en sus memorias, no es un accesorio del genio; es el campo de batalla donde se juega la posibilidad de seguir creando.

El consejo más político
Leído en clave biográfica, el consejo dental tiene otra capa: es profundamente de clase. Patti Smith nació en una familia trabajadora, hija de un obrero y una camarera, y pasó años encadenando trabajos mal pagados antes de llegar a la escena artística de Nueva York.
En ese contexto, decirle a un joven artista que cuide sus dientes no es una excentricidad; es recordarle que la precariedad se vuelve dolor físico cuando no puedes pagar un dentista, que una muela infectada puede arruinar una gira, una exposición o un rodaje igual que un mal contrato. No hay arte sin un mínimo de cuidado material, sin salud básica, sin descanso.
Por eso su frase se completa, una y otra vez, con otras advertencias igual de poco románticas: no hay nada indigno en aceptar trabajos “alimenticios”, en hacer encargos comerciales, en buscar seguridad mientras peleas por tu obra. Frente al mito del artista que lo sacrifica todo, Smith propone una ética distinta: protegerse lo suficiente como para poder seguir creando durante décadas.
En Pan de ángeles, Patti Smith escribe que «Dios susurra a través de una arruga en el papel pintado», una forma de decir que lo sagrado se cuela en lo cotidiano, en lo aparentemente trivial. Su consejo dental funciona igual: parece una broma mínima y, sin embargo, condensa una visión completa de la vida artística como carrera de fondo, no como una explosión juvenil.
Por eso, su mensaje es incómodo y reconfortante a la vez. No te promete que el mundo vaya a ser justo ni que el talento vaya a bastar, pero sí te recuerda algo esencial: tu obra necesita un lugar donde vivir, y ese lugar eres tú.
Cuida tus dientes, cuida tu cuerpo, cuida tu tiempo. El resto vendrá, si tiene que venir, porque has logrado mantenerte lo bastante entero como para seguir intentándolo.

