Así lo ha informado hoy la Delegación del Gobierno en Extremadura.

El propietario de la finca descubrió el pasado 28 de mayo, mientras limpiaba unos matorrales, lo que parecían restos óseos humanos, e informó inmediatamente a la Policía Nacional, en Mérida.

Al lugar se trasladaron varios agentes de la Policía Judicial y Científica, un forense y funcionarios del Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida.

La primera inspección del terreno determinó que había un fémur que no se encontraba en su sitio original y parte de lo que sería el cráneo de la persona allí enterrada, según ha informado la Delegación del Gobierno en un comunicado remitido a Efe.

Al certificar que se trataban de restos humanos, se procedió con metodología arqueológica a descubrir los demás huesos.

Así, se apreció que la persona aparece en posición de cubito supino (boca arriba) y orientado sentido oeste-este, con la cabeza hacia el oeste.

Tras el examen de los huesos, se comprobó que los restos pertenecen al siglo V o VI de nuestra era y estos fueron depositados en el Consorcio de la Ciudad Monumental.