Si hace unos días el padre de Elena Furiase negaba que la retirada de su hija de la obra de teatro en la que estaba trabajando se debiera a un ataque de pánico escénico, ahora es el empresario teatral Enrique Cornejo el que sale a la palestra para desmentir su supuesto enfado con la actriz.
Enrique Cornejo zanja así la polémica con la hija de Lolita. "Se han dicho cosas como que yo estaba furioso y nada más lejos de la realidad", aseguró el productor que negó tajantemente que se burlara del parte médico de la actriz. "No me puede producir risa sino respeto y seriedad un certificado extendido por un profesional de la medicina", apuntó.
No obstante, el 'suegro' de Chenoa dice no haberse puesto en contacto directamente con la actriz. "Me he puesto en contacto con la empresa que contraté la función. Yo con la señorita Furiase no he contratado a nadie, sino con Charo Producciones, es el productor, me pidió disculpas", señala Cornejo que deseó la rápida recuperación de "la señorita Furiase".
El empresario habló también sobre las informaciones que apuntaban a que Elena tenía pánico escénico. "No sé quien lo ha podido decir. Podría decirse cuando debutara en Madrid, pero le quedan dos meses y ya viene de hacer 50 bolos", zanjó.
Aunque añade alguna indirecta: "No sirvo de ejemplo porque en mis 50 años de teatro ni me he tomado vacaciones ni me he sentido agotado porque el entusiasmo de mi profesión me permite seguir día a día, pero respeto que alguien pueda sentirse físicamente disminuído".
En cuanto a la relación de su hijo, Alain Cornejo, con la cantante Chenoa, Enrique dice llevarse muy bien con su 'nuera', pero admite no conocer los planes de la pareja. "Ni me comentan cuando se regañan, ni me comentan sus planes de futuro. Que sea lo que ellos deseen, que son mayores los dos", afirmó.
El productor también quiso tener una palabras para María José Cantudo, tras la muerte de su ex marido. "Yo siempre la veo bien, muy entregada con sus cosas, muy guapa siempre. María José es una mujer valiente, fuerte y muy inteligente", concluyó.