No es Joaquín Sabina el primer artista al que los focos y el escenario le juegan una mala pasada.
Afinar, interpretar y bailar a la vez ante miles de personas les ha costado una grave caída a grandes artistas como Julio Iglesias. Un pequeño fallo y todo puede derrumbarse como le sucedió a Juan Gabriel.
Pero, además, sumen sus vestuarios imposibles, como los tacones con los que Lady Gaga ha perdido la cuenta de sus resbalones. Con los que Jennifer Lopez disimula para seguir su coreografía.
Madonna no desabrochó a tiempo su capa y su bailarín la tiró escaleras abajo y a Paulina Rubio los focos no le dejaron ver dónde terminaba el escenario.
Alaska perdió el equilibrio por completo y aun así se levantó como si nada hubiese sucedido.
Yosi, el cantante de Los Suaves, confió en un público que no lo recibió con los brazos abiertos
Caídas que llegan por pequeños despistes, o incluso como Jennifer Lawrence por los nervios de recoger un Oscar.