Una factoría de salazón bajo una duna: arqueólogos de Cádiz excavan un importante yacimiento en Barbate

  • El yacimiento, ya excavado en los setenta, ha pasado medio siglo bajo la arena

  • Forma parte de lo que se supone una factoría de salazón romana en el cabo de Trafalgar

  • Los resultados científicos aún taradarán unos días en conocerse

Las dunas siempre han guardado secretos. La arena puede cubrir de silencio siglos de historia, partes importantes de nuestro pasado. No son muy abundantes en España pero, donde las hay, aún guardan sorpresas para nuestros arqueólogos. En la que esta mañana de mayo se afana una pala excavadora, retirando arena con cuidado, se sabe desde hace casi cincuenta años que se oculta parte de una factoría de salazón romana. Trabajó en ella el investigador Fernando Amores, y luego volvió a ser tapada por la arena.

Hasta la semana pasada. Un equipo de arqueólogos, dirigido por el catedrático de la Universidad de Cádiz Darío Bernal, vuelve a trabajar en la zona del Cabo de Trafalgar, en medio de una enorme expectación. Cincuenta años son muchos, y quienes se acercan al escondido yacimiento también. Tantos que han tenido que perimetrar la duna. Básicamente, para que la arena movida por los visitantes no vuelva a enterrar el yacimiento.

Han tenido que perimetrar la duna para que la arena movida por los curiosos no vuelva a enterrar el yacimiento.

Abajo, en el inmenso hoyo abierto en la arena, un pequeño edificio sorprende con su integridad después de un par de milenios. Los sillares, sacados de zonas de extracción próximas a la playa a comienzos de nuestra era, se muestran inverosímilmente verticales. Los muros también. Y en ellos, un sinfín de pequeñas oquedades, que Amores atribuyó a una posible función como soporte de tirantes de lado a lado, para secar en ellos el pescado. De la investigación en curso estos días los arqueólogos prefieren no comentar detalles.

"Terminamos esta semana, y hasta que no lo hagamos, no tendremos los resultados globales", explica a NIUS Darío Bernal. "Habrá que esperar a este viernes, o comienzos de la semana próxima, cuando ya tengamos los resultados científicos".

Serán nuevos datos sobre una factoría de salazones que no deja de proporcionar sorpresas. En 2018 el temporal Emma hizo de arqueólogo, y sacó a la luz los restos de una piscifactoría romana, a escasos 600 metros de la duna en la ahora se trabaja. La campaña termina esta semana. Si la arena volverá a cubrir el yacimiento es algo que tendrá que valorarse.