Es una de las actrices más populares y admiradas del panorama estadounidense con tan solo 21 años. La protagonista de la saga 'Harry Potter' ha confesado que a pesar de las presiones que exige el mundo del espectáculo, ella no piensa ceder a los dictámenes impuestos aunque reconoce que el panorama que encontró en la meca del cine le dio miedo.
La artista es muy consciente de que la industria del cine es un amante muy exigente, sin embargo, ella no está dispuesta a seguir las pautas establecidas siendo una joven esquelética de rasgos perfectos artificialmente conseguidos.
"Creo que Los Angeles da bastante miedo por eso. Toda esa gente joven que se somete a operaciones del cirugía plástica. Pero la cosa es que yo no quiero ser igual que todos los demás", asegura Watson.
La joven sabe por qué ella no es perfecta y apunta: "No tengo bien colocados los dientes y no soy extremadamente delgada". Pero asegura: "Quiero ser una persona que se sienta bien con su cuerpo y que pueda decir a los demás que se quiere así y que no quiere cambiar nada de sí misma".
Y es que como muchas mujeres, a Emma también le asaltan inseguridades por su físico pero ella ha conseguido plantar cara a todas esas exigencias hollywoodienses con un estilo propio y una personalidad arrolladora. "Es ridículo tener una meta tan poco realista. Creo que las actrices que realmente triunfan en su carrera son las que están contentas con su cuerpo y todavía se ven como humanas", comentaba a la edición británica de la revista 'Elle'.