Mateo, un niño asturiano de cinco años es el mejor imitador de la actuación de las Tanxugueiras en el Benidorm Fest

  • Mateo, con solo cinco años imita a la perfección a las Tanxungueiras, un trio de música tradicional finalista del Benidorm Fest

  • Mateo y su familia son muy aficionados a la música y el folclore típico asturiano

  • El pequeño asturiano se ha aprendido de memoria la letra y la coreografía de las Tanxugueiras en el Benidorm Fest

Mateo tiene cinco años y es asturiano. Como su familia es muy aficionado al floclore y a la música más tradicional de su tierra. Así que las Tanxugueiras -aunque gallegas- son lo más para él, que con tan poquitos años ha logrado imitar a las artistas del Benidorm Fest a la perfección, incluida la coreografía.

"Su padre y yo bailamos en un grupo tradicional asturiano, y él lo mamó desde que nació. Se empapó de esa música y de sus instrumentos; de hecho toca la pandereta bastante mejor que yo", ha explicado la orgullosa madre Carmen Alonso, en declaraciones al diario El Faro de Vigo.

Lo cierto es que Mateo, de cinco años, suele ver y escuchar esta música tradicional asturiana en redes sociales. Un día, cuenta su madre, el padre llegó a casa diciendo que esas chicas gallegas que escucha Mateo participan en el concurso para ir a Eurovisión. Así que cuando Mateo se enteró no quiso perderse el pasado sábado el Benidorm Fest.

El Benidorm Fest, un acontecimiento familiar para Mateo

Con solo cinco años, sus padres solo le dejaron ver la actuación de las Tanxugueiras y a la cama. No pudo saber el ganador hasta la mañana siguiente. Fue lo primero que preguntó Mateo a su mamá. "¡Jooo, mami!", dijo cuándo se enteró de que no pudo ser. Las Tanxugueiras quedaron terceras gracias al público.

A pesar de todo, Mateo se pasó toda la mañana viendo la actuación de las Tanxugueiras e imitándolas. Su madre no dudó en grabarlo. Las imágenes de Mateo no tienen desperdicio. Son de lo más divertidas. Este asturiano de cinco años lo hace fenomenal, a pesar de no saber ni gallego, ni euskera. Y maneja la pandereta como nadie.

"Me pidió que le pusiera el vídeo de la final, no sé cuantas veces lo escuchó. De repente me fijo en una de las veces, que se pone a imitarlas, con la pandereta, y hace los mismos gestos. Entonces me dice: tengo que aprender la parte de la muiñeira”, cuenta su madre.

Mateo ha aprendido que lo importante es participar mientras sigue en su casa disfrutando de la actuación de las Tanxugueiras siempre que puede.