Muere el escritor John le Carré a los 89 años

  • El autor de bestseller se especializó en novelas de suspense y espionaje ambientados en la época de la Guerra Fría

  • Falleció en la noche del sábado en el Royal Cornwall Hospital de Truro

  • El espía que surgió del frío, su tercer libro, lo llevó a la fama

John Le Carré fue un espía de oficina. Desde ese conocimiento lo contó todo en sus novelas que lo convirtieron en un referente de la novela de espionaje que ambientó en el periodo de la Guerra Fría. Este sábado, el reconocido autor británico ha fallecido a los 89 años, según informó su agente literario.

Nacido en Cornualles, en el suroeste de Inglaterra como David John Moore Cornwell, fue conocido mundialmente por su nombre literario: John Le Carré. El prestigio escritor británico ha muerto al no superar una enfermedad, de acuerdo a las informaciones de la agencia literaria Curtis Brown, que publicó la mayoría de sus libros.

El espía que surgió del frío, su tercera novela se convirtió en un bestseller y lo catapultó a la fama. Después llegó el cine que trasladó sus obras a todos los públicos a través de la gran pantalla. "El espía que surgió del frío", "El jardinero fiel", "El topo" y "El infiltrado" fueron algunas de sus obras que terminaron convertidas en historias cinematográficas, ya inolvidables por su personaje el agente Smiley adaptando de su primera novela, "Llamada para un muerto".

En 1990 "La casa Rusia", Sean Connery y Michelle Pfeiffer protagonizaron a los personajes de esta conocida novela de espionaje, la especialidad de John Le Carré, que conocía los entresijos del ambiente. En 2005 llegó la película más recordada de las basadas en las novelas del escritor británico, "El jardinero fiel".

El tirón del espionaje en lo literario y en lo cinematográfico fue explicado por el propio John Le Carré que se convirtió en el productor de la adaptación cinematográfica de su novela "El sastre de Panamá" , estrenada en la Berlinale de 2001.

"Es posible que con la caída del Telón de Acero los espías hayan perdido fuerza en términos de relato, pero siguen ahí. En el mundo siempre habrá espías", defendió el escritor, que diferenciaba el ánimo de los espías transformados en la actualidad en la que ya "no se mueven por ideales sino por dinero".