La revista Vogue lleva a su portada de la edición británica a nueve modelos africanas, nueve jóvenes negras que están cambiando los cánones de la belleza y el mundo de la moda. Una portada que la prestigiosa publicación considera trascendental.
Así, por fin las modelos africanas han dejado de ser exóticas para ser unas top más, y eso se merece una portada cómo la del Vogue británico.
Entre las protagonistas, Adut Akeck ¡, que nació en plena guerra en Sudán y creció en un campo de refugiados hace 22 años. Se metían con ella por el color de su piel, su delgadez y sus dientes separados. A los 13 la fichó una agencia y cambió su vida.
Las marcas de lujo se pelean también por Akon Changkou. A la firma Lanvin le presta rostro y cuerpo Majesty Amare, y así una larga lista de nombres. La pionera fue Iman, hace 65 años. Yves Saint Laurent la bautizó como la mujer soñada.