Las réplicas del terremoto dañan la iglesia del Quirinale de Roma

AGENCIA EFE 15/04/2009 12:00

El centro de Italia, asolado por el terremoto del pasado 6 de abril, registró ayer una decena de seísmos de magnitud superior a los 2 grados en la escala de Richter, el de mayor intensidad, de 4,9 grados.

Las réplicas que se han sentido en Roma no han pasado desapercibidas para sus monumentos, en especial para los decorados con los elementos más frágiles, como el estuco que vivió su apogeo durante los siglo XVII y XVIII en los palacios e iglesias barrocas y rococó de Roma.

El descubrimiento lo hizo ayer por la mañana el padre jesuita Giovanni La Mana, quien encontró en el suelo de mármol pedazos blancos de la estatuas que pueblan las cornisas de San Andrea bajo la genial cúpula de Bernini.

Se trata de la gloria dorada que corona el altar mayor obra de Antonio Raggi y que refleja el gusto por Bernini por los escenarios teatrales.

Más dañadas resultaron las estatuas situadas en una de las cinco capillas que se abren circularmente en torno a la planta en forma de elipsis, en especial, la que está dedicada a San Estanislao de Kostka representado en el centro de la capilla junto a la Virgen con el niño, pintado por Carlo Maratta.

El jesuita La Manna llamó ayer mismo a la Superintendencia para los Monumentos que, tras una primera revisión con arqueólogos, ha barajado la posibilidad de colocar una red protectora en la cúpula para evitar la caída al pavimento de los estucos, aunque no resuelve el problema y afea considerablemente el templo, explica el diario.

Tras este episodio, la Superintendencia para los Monumentos ha decidido revisar los edificios e iglesias romanas para conocer si han resultado dañadas por las réplicas.

La iglesia de San Andrea del Quirinale fue encargada por el cardenal Camillo Pamphili en 1658 a Bernini, quien disimuló sus reducidas dimensiones con capillas laterales muy profundas.

Bernini logró bellos efectos al asociar mármoles policromados, dorados y estucos.

La capilla de San Estanislao alberga la estatua yacente del santo, esculpida por Pierre Legros.