Origen de la expresión "Estar metido en el ajo": un misterio con varias opciones
Esta expresión se suele usar para hablar de alguien que está al corriente de un asunto 'reservado'
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MadridAlgo muy común en el idioma español es emplear metáforas, dobles sentidos, sobreentendidos o frases hechas, expresiones tradicionales que han formado parte del habla desde siempre y de las que puede que no conozcamos el origen, pero que sirven perfectamente para poner en claro lo que intentamos decir.
Esto es lo que sucede con ‘estar metido en el ajo’ y todas sus variantes, porque si bien esta es la expresión oficial, lo más frecuente es saltarse algunas palabras y suele escucharse mucho más un coloquial ‘estar en el ajo’. En ambos casos el significado es el mismo y la RAE lo define para que no haya lugar a dudas: “Estar al corriente, estar al tanto de un asunto tratado reservadamente”.
Es decir, ‘estar en el ajo’ se emplea para esas ocasiones en las que se trae un asunto entre manos, normalmente con cierto secretismo, y hay varias personas involucradas. Debido a esto, se podría considerar que esta expresión tiene ciertas connotaciones negativas, pero todo dependerá del contexto en el que se emplee. No es lo mismo estar metido en el ajo de un robo a un banco que de la organización de una fiesta sorpresa. La base es la misa, formar parte de ese pequeño núcleo de personas que saben lo que está sucediendo, pero no es igual.
Esta frase es empleada en muchas situaciones, pero no siempre se hace con el conocimiento de su origen, ¿por qué se emplea esta expresión? ¿Qué tienen que ver los ajos con todo esto y como es posible que alguien esté metido en uno? Como sucede tantas y tantas veces, la respuesta está llena de curiosidades.
El origen de la expresión ‘Estar metido en el ajo’
Esta expresión lleva tiempo usándose, mucho tiempo, de hecho, distintas fuentes señalan al Siglo de Oro como el origen de la misma o por lo menos cuando se tuvo conocimiento de ella por primera vez. El ajo poco a poco fue adquiriendo un uso simbólico, típico de las clases populares y con un fuerte olor, comenzó a asociarse con lo vulgar y lo escondido, comenzó a adquirir connotaciones negativas.
Eso hizo que se lo relacionara con negocios poco lícitos; puede que el olor fuerte del ajo tenga algo que ver, al emplearse como sinónimo de que algo no nos huele bien o nos da mala espina.
Lo cierto es que no es sencillo establecer cómo ha ido evolucionando esta expresión ni cuando se usó por primera vez, pero en 1783 la Real Academia Española ya recogía en su diccionario ‘negocio’ como uno de los significados de la palabra ajo, lo que indica que llevaba tiempo empleándose.
Esto hace pensar que, en un primer momento, la palabra ajo se empleara para sustituir el concepto de negocio ilegal, haciendo que la frase ‘estar metido en el ajo’ tenga todo el sentido, así como sus aspectos un poco menos positivos. Con el paso del tiempo estos se han ido borrando, ajo ya no se usa como negocio oscuro y esta expresión se utiliza en todo tipo de contextos, incluso en algunos más cómplices que ilegales.
