Manuel, el sevillano que transforma simples servilletas en auténticas obras de arte y emociona en redes sociales
Un joven artista de Sevilla ha sorprendido a miles de usuarios en redes por hacer dibujos en servilletas de papel
Su técnica es tan simple como asombrosa: una mesa, una silla, un bolígrafo cualquiera y su mano con talento
Un joven artista de Sevilla ha sorprendido a miles de usuarios en redes sociales por su talento para crear dibujos únicos utilizando tan solo un bolígrafo y una servilleta de papel. Su nombre es Manuel Barragán y su habilidad para transformar lo cotidiano en arte lo ha convertido en un fenómeno viral.
Su técnica es tan simple como asombrosa: una mesa, una silla, un bolígrafo cualquiera y su mano con talento. Con esos elementos, Manuel consigue resultados que dejan sin palabras a quien los contempla. “Al final es lo bonito de esto, que es un dibujo sencillo, rápido, que no te lleva mucho tiempo.”, dice el sevillano.
Un lienzo improvisado
Este joven sevillano tiene como escenario la capital hispalense y su gente, y como lienzo algo tan común como una servilleta. “En lo cotidiano también somos capaces de hacer arte con una servilleta y un bolígrafo”, asegura Manuel. Para él, la clave está en la paciencia y el control del trazo, ya que trabajar con este material tiene sus riesgos.
“Nada más que pase dos veces el bolígrafo ya se ha roto la servilleta.”, explica el artista. Este detalle convierte cada obra en algo delicado y especial, un proceso que requiere precisión, creatividad y pasión por el detalle.
Reconocimiento y admiración
Gracias a su trabajo, Manuel ha ganado reconocimiento en redes sociales. “No paran de seguirme, de compartir mi arte”, afirma el sevillano, que valora especialmente el cariño que recibe de su entorno más cercano. “Si es verdad que la figura más importante para mí siempre ha sido mi abuelo paterno. Me encantaría que lo esté viendo y que esté disfrutando tanto como lo estoy haciendo yo.”
A su abuelo Manolo le ha dedicado sus palabras más emotivas, confesando que hasta ahora no había conseguido dibujarlo porque “a veces hasta los trazos duelen”. Hoy, sin embargo, se ha animado a hacerlo para compartirlo con todos.