¿Por qué decimos “no hay tu tía” cuando algo no tiene solución? El origen más inesperado
Descubrir el origen de las expresiones que usamos habitualmente nos ayuda a conocer un poco más su historia
De dónde viene la expresión 'dormir la mona'
MadridUna expresión muy típica cuando nos encontramos ante una situación para la que no hay solución es ‘no hay tu tía’, aunque en ocasiones también puede verse escrita con las dos últimas palabras unidas, es decir, ‘no hay tutía’. Ambas opciones son aceptadas, aunque lo cierto es que esta última es la más correcta.
Según el diccionario panhispánico de dudas de la Real Academia Española, ‘no haber tutía’ es una “Locución verbal coloquial usada para indicar que es imposible hacer nada para cambiar las cosas”, sería equivalente a decir que no hay remedio, que no es posible conseguir lo que se desea o evitar lo que se teme.
Es bastante frecuente emplearla ante una situación que no podemos cambiar, algo que suele provocar cierto fastidio. No es tan habitual conocer el curioso origen de esta expresión y los motivos que llevaron a utilizarla.
De dónde viene la expresión ‘no hay tutía’
Esta es una expresión que lleva usándose mucho tiempo, aunque no exactamente igual porque la manera actual de decirlo ha evolucionado desde la original ‘no hay atutía’. Es precisamente el uso de la palabra atutía lo que aporta todo el sentido a la frase, porque es el nombre con el que se denomina a los restos de óxido de zinc, y que se empleaba en la antigua medicina árabe.
Esta atutía, o attutíyya en origen, se empleaba para crear ungüentos que se usaban para tratar todo tipo de enfermedades, sobre todo aquellas oculares. Esta solución medicinal elaborada a base de atutía, este remedio, con el tiempo, ha derivado en una expresión que se emplea precisamente para decir que no hay solución, no hay remedio.
Cuando se empleaba en un principio se usaba para señalar que no había existencias de ese ungüento medicinal concreto, esto explica el tono de resignación y frustración que se le suele añadir a esta frase cuando se utiliza, pues también lo generaba entonces, no quedaban existencias de ese remedio que se podía emplear como solución ante una dolencia. Con el paso del tiempo, es evidente que su uso se ha ido ampliando y tomando otros derroteros.
‘No hay tutía’ es usado frecuentemente también para señalar cómo hemos sido incapaces de hacer cambiar de opinión a alguien que se empeña y no da opción a otras soluciones o formas de actuar, alguien que solo acepta su versión de las cosas o su manera de hacerlas y a quien es imposible convencer a pesar de los argumentos.
Es habitual ver que se escribe separado (tu tía) y de hecho está aceptada como una forma válida de ser escrita, sin embargo, la expresión más cercana a la original es escribiéndolo junto, lo que además evita que algunas personas lleguen a la incorrecta conclusión de que el origen de esta expresión tiene alguna relación con los lazos familiares. No, la hermana de tu padre o madre no tiene ninguna relación con que no exista solución a un problema (la mayoría de las veces) y resignarse sea lo único que queda por hacer.
