Tendencias

Tirar una moneda a una fuente para volver a un lugar: la antigua tradición romana que garantizaba algo más

Por qué tiramos monedas a fuentes y pozos. Pexels
Compartir

MadridCuenta la leyenda que si lanzas una moneda a la Fontana di Trevi volverás a Roma, si lanzas dos, encontrarás el amor y si lanzas tres, te casarás con la persona a la que amas. Para asegurarnos de que se cumple es importante lanzar la moneda de espaldas, con la mano derecha y sobre el hombro izquierdo, haciendo que de esta forma pase por delante del corazón. 

Esta costumbre no es nueva, se practica desde hace siglos y, si bien la Fontana de Trevi es una de las más famosas, el gesto se ha extendido a otras fuentes, que se han convertido en el perfecto pozo de los deseos de los visitantes, que no dudan en ‘comprar’ con sus monedas los favores de estos lugares con agua. Casi cualquier fuente o pozo es ahora un lugar en el que los visitantes lanzan sus monedas esperando que la suerte se ponga de su parte. 

PUEDE INTERESARTE

Esas monedas a menudo acaban en organizaciones benéficas, tal y como sucede con las monedas que cada noche recogen en Roma. 

Tirar una moneda a una fuente para volver a un lugar: la antigua tradición romana que garantizaba algo más

Lanzar una moneda en esta fuente en concreto sirve para volver a Roma, una costumbre que no es nueva y de la que se desconoce su origen, pero se sabe que se lleva practicando desde hace siglos, se remonta a la mitología romano-británica y celta

La moneda que se lanzaba era considerada una ofrenda a deidades y fuerzas sobrenaturales que se cree que habitan en la naturaleza, especialmente en el agua, un elemento que siempre se ha considerado que tiene una energía especial por ser tan necesario para la vida. Se pensaba que los manantiales tenían propiedades mágicas y que el agua era curativa, calmaba enfermedades y dolencias, por lo que muchas personas pasaron a asociar estas aguas estancadas con los espíritus de la naturaleza. 

PUEDE INTERESARTE

El viajero lanzaba la moneda esperando protección y suerte en su viaje por parte de estos espíritus divinos. Los celtas lanzaban una piedra a un pozo o a un lugar con agua y el ruido que hacía y las burbujas que provocaba determinarían su suerte. 

En origen no era una moneda lo que se lanzaba, podía ser una piedra o cualquier elemento que sirviera como ofrenda, con el tiempo las monedas fueron ganando peso, así como el uso de determinados materiales. También la naturaleza de los deseos fueron cambiando, en principio solía pedirse salud, pero con el tiempo las peticiones fueron otras

Así, parece que tirar una moneda a un pozo no solo es una forma de intentar regresar a ese lugar, también busca hacerlo protegido y con suerte. Si además pedimos un deseo cuando la lanzamos, estaremos poniendo muchas más ganas en conseguir que se cumplan nuestros sueños, además de estar ayudando a los demás, sobre todo en caso de que hagan con esas monedas como hacen con las de la Fontana, donarlas a asociaciones que las emplean para beneficio de los más necesitados.