¿Por qué "tocar madera" para tener buena suerte? La antigua creencia pagana sobre los espíritus y los árboles

Tocar suerte se ha convertido en un gesto habitual cuando queremos repeler la mala suerte
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MadridNadie quiere tener mala suerte y para que eso no ocurra cada cual tiene sus rituales, esos pequeños pasos que sabe que tiene que seguir para que la vida le sonría. Hay quien lleva siempre el mismo bolígrafo a los exámenes, algunos deportistas usan los mismos calcetines en cada partido… cada cual tiene sus manías, pero hay una que parecemos compartir todos: tocar madera.
Esto se ha convertido en un gesto que hacemos incluso sin darnos cuenta, buscar un pequeño reducto de este material allí donde estemos para poder tocarlo o incluso darle un par de golpecitos. Incluso en las ocasiones en las que no podemos físicamente acceder a este material, lo tenemos en el recuerdo solamente pronunciando la frase. De hecho, para evitar que esto llegara a suceder, durante un tiempo algunas personas llevaban siempre encima un pedazo de madera, una suerte de amuleto.
No hay duda de que los más supersticiosos encuentran la tranquilidad cuando pueden tocar madera, alejando con ello la mala suerte, los malos augurios y las probabilidades de que todo salga mal, pero ¿de dónde vine esta curiosa costumbre que es común para tantas culturas?
¿Por qué "tocar madera" para tener buena suerte?
Son varias las teorías que existen y que intentan explicar el origen o el motivo de esta expresión (y consiguiente gesto). Tocar madera se ha convertido en algo bastante habitual, por lo que incluso realizando solamente el gesto, sin llegar a decir que lo que hacemos es tocar madera, todo el mundo entiende qué se está haciendo y qué se quiere conseguir con ello.
Una teoría nos lleva hasta las comunidades celtas que vivieron en la Europa de los siglos VIII y I a.C. Ellos veían los árboles como una fuente de vida, de energía, a la que estar eternamente agradecidos, tocarlos implicaba acercarse a la esencia misma de la naturaleza.
Otra, recogida en el portal Touch Wood for Luck, establece que los pequeños golpecitos que se dan son necesarios, el primero para transmitir nuestro deseo y el segundo como muestra de agradecimiento. Pequeños golpes que servían para alertar a las hadas y los seres místicos que vivían en la naturaleza y que acudían a atender el pedido de la persona que necesitaba su ayuda. Se pensaba que esos golpes servían para despertar a las hadas que habitaban allí.
Estas no son las únicas teorías, porque hay otras que defienden que esa madera que se toca para la buena suerte está relacionada con la cruz de Jesucristo, donde murió. Este gesto sería una manera de ‘solicitar’ su protección.
Parece que hay una explicación para esta superstición en varios momentos de la historia, que se adapta a las creencias de la gente, lo que hace complicado conocer si alguna de ellas es verdadera (o todas lo son) y cuál fue la primera. No obstante, poco importa su origen siempre y cuando su ‘magia’ sea efectiva, así que para evitar tentar a la suerte, nada mejor que tocar madera de vez en cuando.

