Jordan Easton estaba en la cocina en la casa de sus amigos cuando de repente les planteó un reto arriesgado. Cogió un cuchillo y lo acercó contra su pecho para demostrar que su chaleco tenía las mismas características que los de la Policía. Sin embargo, cuando se giró con el arma blanca se dio cuenta que no existía tal protección abdominal en la prenda de ropa.
En consecuencia, sufrió una herida por la cual tuvo que ser trasladado al Hospital Universitario de North Tees, en Stockton (California). "A pesar de los mejores esfuerzos de los profesionales médicos, no pudieron salvarlo", confirmaba la forense de la zona, Karin Welsh.
El caso ha sido investigado por la policía de Cleveland. Ellos han entrevistado al entorno más cercano del chico, ya que nada hacía sospechar ese desenlace. El detective jefe, Ted Butcher, reafirmaba para The Independent que "aunque Jordan pudo haber tenido sus problemas en el pasado, parecía haberse calmado".
La autopsia dio positivo en toxicología. En el Facebook del joven, que estaba a punto de cumplir los 22 años, se observa algunas fotos consumiendo sustancias estupefacientes con sus amigos. La madre de Jordan no podía creer lo sucedido. Ella considera probable que su hijo lo hiciese para presumir frente a los demás, dejando claro su carácter atrevido.
Así concluye el veredicto, donde se culpa a la tragedia de "una tontería de la juventud". Era un adolescente muy querido en su zona y todos sus conocidos le han rendido homenaje.