Descubren la espada medieval ‘Excálibur’ incrustada en una roca en el fondo de un río bosnio

  • Arqueólogos han descubierto una espada del siglo XIV en el río Vrbas

  • Se encontraba incrustada en una roca sólida a más de 10 metros de profundidad

  • Los expertos la han llamado ‘Excálibur’ en honor a la historia del Rey Arturo

La mítica leyenda del Rey Arturo y la espada mágica de Excálibur puede que sea más real de lo que se pensaba hasta el momento.

Unos arqueólogos han descubierto una espada del siglo XIV en el río Vrbas, cerca de la aldea de Rakovice, en el norte de Bosnia y Herzegovina.

La espada se encontraba incrustada en una roca sólida a más de 10 metros de profundidad y ha permanecido atrapada en el agua durante años. Ahora los expertos la han llamado ‘Excálibur’ en honor a la historia del Rey Arturo.

Ivana Pandzic, arqueóloga y responsable del Museo de la República Srpska, destacó que la espada necesita un cuidado y limpieza especial para liberarla del óxido que la baña.

En declaraciones recogidas por Daily Mail, Ivana afirma que "Esta es la primera espada que se encuentra cerca de la ciudad medieval de Zvečaj, por lo que tiene un doble valor, tanto científica como históricamente".

El análisis de la hoja muestra que la espada se remonta a finales del siglo XIII y principios del siglo XV.

La espada fue descubierta cerca de las ruinas del castillo medieval en la ciudad de Zvecaj, que alguna vez fue la sede de los gobernantes bosnios.

En sus primeros días, el pueblo medieval de Zvecaj tenía su propia nobleza y se construyó alrededor de un castillo ahora en ruinas ubicado en la orilla izquierda del río Mreznica en el condado moderno de Karlovac.

Después de una larga y turbulenta historia, el castillo fue destruido en 1777 y hoy una casa privada que se encuentra en ruinas.

La mayoría de historiadores están de acuerdo en que la leyenda de Excálibur del Rey Arturo es una metáfora para la extracción de mineral de hierro de la piedra, pero en el mundo real se han encontrado otras espadas medievales incrustadas en piedras, como fue el caso en la Capilla Montesiepi de la Toscana.

Los historiadores ahora están tratando de determinar cómo se incrustó en la roca y por qué.