Más de 42 años desde el descubrimiento de Wow!: la señal que pudo provenir de los extraterrestres

  • Antonio Paris, astrónomo del Colegio de San Petersburgo, dice que pudo ser un cometa

  • Nunca se volvió a captar una señal como la registrada por Jerry Ehman en 1977

El misterioso hallazgo del astrónomo Jerry Ehman el 15 de agosto de 1977 ha dado paso a numerosos títulos de ciencia ficción que involucraban encuentros con extraterrestres. El astrónomo americano descubrió aquella noche una ráfaga de ondas de radio de 72 segundos, una señal mucho más fuerte que el ruido de fondo. El ordenador del observatorio recogió aquella explosión con la anotación ‘Wow’, según recoge 20Minutos.

Ehman registró aquel suceso cuando usaba el radiotelescopio de la Universidad de Ohio mientras observaba el cielo en busca de señales que se pudieran haber originado en una civilización extraterrestre. ‘Wow!’ apareció cuando el astrónomo apuntaba en dirección a tres sistemas solares denominados Chi Sagittarii. El astrónomo encontró lo que buscaba, una tipo de señal que los astrónomos creen que pudiera ser producida por la capacidad tecnológica de una civilización extraterrestre.

La impresión recogida por el telescopio de la Universidad de Ohio, llamado Big Ear, registra numerosos números y letras al azar, pero Ehman la acotó con un bolígrafo rojo escribiendo los dígitos “6EQUJ5” con otros círculos alrededor de “un 6 y un 7” en columnas separadas.

Desde aquel día no se volvió a repetir una señal similar

Este código utiliza los números comprendidos entre el 1 y el 9 y el alfabeto comprendido de la A a la ‘Z para denotar la intensidad de la señal recibida. La intensidad de ‘Wow!’ alcanzó un 6 en números y la U en letras antes de registrar un número 5.

Sin embargo, desde aquel día no se volvió a repetir un suceso de tal calibre. Incluso después de la fundación del Instituto SETI en 1984 y las pruebas realizadas para encontrar otro estallido similar. Los astrónomos se han enfrentado a un problema que solamente intensifica el malestar de la Paradoja de Fermi.

Ehman declaró recientemente que la señal que captó en 1977 podría ser producto de una misteriosa ráfaga llamada FRB, Fast Radio Burst. Antonio Paris, astrónomo del Colegio de San Petersburgo en Florida, argumenta que el origen pudo ser un cometa no catalogado.