Abren en estado de embriaguez el ataúd de un familiar fallecido por covid: querían despedirse

  • El insólito suceso tuvo lugar en Caleta Oliva, una localidad de la Patagonia argentina

  • Los protagonistas de tan dantesca escena fueron dos jóvenes de 20 y 22 años

  • Los jóvenes fueron arrestados no muy lejos del cementerio municipal

Dos jóvenes de 20 y 22 años, en estado de embriaguez, abrieron el ataúd donde se encontraban los restos de un familiar que falleció por coronavirus, en contra de todos los protocolos sanitarios establecidos a raíz de la pandemia. El insólito hecho ocurrió en Caleta Oliva, una ciudad de la Patagonia argentina.

Tras el incidente, los jóvenes se fueron del cementerio municipal dejando el ataúd abierto. Entretanto, los demás asistentes al lugar, que observaron estupefactos la situación, acudieron a la comisaría para denunciarlo.

Los protagonistas de este tragicómico suceso fueron detenidos cerca de allí y explicaron que "lo único que querían era darle el último adiós a un familiar, ya que no pudieron hacerlo antes por las condiciones vigentes que no permiten realizar velatorios", según indicaron los agentes al diario Clarín.

Como era de espera, las autoridades competentes, entre ellos funcionarios municipales, llegaron al lugar para dar cumplimiento a los protocolos del caso y volver a tapar el ataúd. Según señalaron, los restos estaban a la espera de ser cremados. La Policía tuvo que dispersar a la gente que se encontraba en el cementerio y que se acercó al lugar a observar la desgarradora escena.

La pandemia no solo ha cambiado los hábitos y costumbres de la gente, sino también tradiciones culturales sobre los ritos funerarios. En Argentina, por indicaciones sanitarias, es necesario evitar las aglomeraciones que se veían antiguamente en las salas de los velatorios e incluso los cementerios han modificado sus políticas respecto a los entierros, pues las personas que fallecen por covid-19 deben ser incineradas, una práctica que se impuso sin importar las creencias del difunto.

Los restos humanos de personas víctimas de coronavirus deben ser considerados como cadáveres del Grupo II, según lo establecido en el documento de manejo seguro de cadáveres del Ministerio de Salud argentino (categorización de infecciones en cadáveres según riesgo de contagio y modo de transmisión).