Su dueña intentó buscarla junto a la ayuda de varios trabajadores de la terminal pero tuvo que dejar sus intentos al ver que el avión que había estado esperando iba a despegar. Sin embargo, la mujer habló con una amiga suya que se encontraba viviendo en Nueva York para que se acercase al aeropuerto internacional John F. Kennedy y encontrase a su fiel amigo.
Al ser conscientes de que el animal se encontraba merodeando por las instalaciones, las autoridades portuarias se unieron a la búsqueda. Según ha informado el portal de noticias New York Daily News, el rastreo capitaneado por el agente Kameel Juman ha durado casi dos semanas. Durante estos días, Pepper ha sido visto por el personal del aeropuerto en diferentes escondites.
Por su lado, los agentes portuarios instalaron sin éxito diferentes trampas para poder atraparle en las que se encontraban diversos manjares para poder atraer la atención del gato. Por suerte, la mascota decidió salir de guarida cuando escuchó la voz familiar de la amiga de su dueña. Fue ella misma la que consiguió atrapar al minino y la que se lo ha llevado a su casa hasta que su ama regrese a por él.
En las declaraciones que ha ofrecido el agente de seguridad al medio de comunicación ha asegurado que este trabajo hubiese sido imposible sin la cooperación de los trabajadores del aeropuerto y que, durante los días de búsqueda, habían reducido significativamente el número de palomas que se colaban en la terminal.