Muchos de los habitantes de Tamaulipas afirman haber visto por la calle un leopardo, pero el animal es un gato. Eso sí: uno muy grande. El felino mide casi un metro y pesa 5,8 kilos, por lo que si tenemos en cuenta que el pelaje se asemeja al de un leopardo, la confusión cobra sentido.
Andrés es un gato bengalí, un cruce entre un gato doméstico y una hembra gato leopardo, que, desde la cuarta generación se considera doméstico. Le rescataron en la en la ciudad mexicana de Tampico, en la plaza Fray Andrés de Olmos, a la cual debe su nombre.
‘Patitas de la calle’, una protectora de animales, acudió ante las llamadas de pánico de la gente, según publica Televisa. Cuando lograron rescatarle, detectaron que tenía una infección fuerte en los ojos y problemas en la piel. Durante este tiempo le han cuidado y le han castrado.
Tras la recuperación, es hora de que Andrés abandone la asociación y forme parte de una familia. Según ‘Patitas de la calle’, el animal ha causado tal sensación, que la publicación de sus imágenes fue compartida por miles de personas y, al menos 700 pidieron su adopción.
Así, Andrés tendrá una familia para elegir. Según la asociación, estarán pendientes de él cada semana o casa quince días para ver cómo se adapta y cómo está porque una vez castrado, aseguran, va a crecer más y si no tiene un control de la alimentación, tendrá sobrepeso.
“No es agresivo, es muy nervioso y por eso queremos que la casa sea grande y con barda”, explican sobre las preferencias que tienen para el futuro hogar del animal.