La búsqueda del "cuerpo perfecto" es para Justin Jedlica, de 32 años, una obsesión. Cuando era tan sólo un niño delgadito, con los dientes algo separados y con gafas, se dio cuenta de a quién se quería parecer.
Tras conocer a Valeria Lukyanova, una Barbie muy real, las disputas comenzaron. Él asegura que en "gran parte del aspecto de Valeria se debe al maquillaje, al pelo falso y a los corsés". Ella solo ha sufrido una operación para cambiar sus pechos y dice de él que "es de plástico, y aunque es un hombre guapo ha exagerado sus labios".
Pese a sus 100 operaciones y casi 80.000 euros gastados, Justin Jedlica continuará entrando y saliendo del quirófano hasta ser un verdadero Ken humano.