El pequeño langur, que fue encontrado en la provincia de Chumphon, en el sur de Tailandia, se encuentra en el hospital de vida silvestre Wildlife Friends Foundation. El animal tiene numerosas heridas en la cabeza y un pulmón perforado.
Para ayudarle con la recuperación, se le ha facilitado, además de leche de fórmula, un peluche de una osa, con el que se comporta como si fuese su verdadera mamá.
Esta especie desempeña un papel importante en la ecología del bosque en Tailandia, "proporcionando servicios ecosistémicos en sus hábitats forestales. Actúan como semillas de semillas de las plantas y frutas que comen, mejorando la regeneración forestal y la conectividad. También tienen un impacto en la cadena alimentaria ya que sirven como presa para varias otras especies de animales como los leopardos", informan desde la fundación.
Por ello, instan a reducir las amenazas del ser humano tales como la caza de alimentos y el comercio de mascotas. Asimismo, citan como peligros para su habitat la degradación por la extensión de prácticas agrícolas y la urbanización.