En estas imágenes se puede comprobar que hay que tener cuidado con lo que se desea. Montar a caballo o a poni es algo que casi todos los niños han querido hacer por lo menos una vez en su vida pero no siempre sale como se espera y como reflejan las películas o las series de televisión. Este es un claro ejemplo. En este vídeo aparece una niña totalmente equipada para tomar sus primeras clases de hípica. Subida encima de un poni, la pequeña comienza a ponerse nerviosa cuando el animal acelera y pasa en tan solo unos segundos de ir al paso a galopar. Al perder el control, la amazona primeriza chilla y pide auxilio mientras la mujer que le graba le pide que no pierda la calma. Finalmente, la clase con el poni termina literalmente por los suelos.