En una publicación de Facebook, Lawrence ha contado que cuando sus alumnos le preguntaron qué le sucedía, les explicó que su suegro había fallecido y él estaba preocupado por su mujer.
Los niños, dice, le dieron el pésame y la clase continuó. Cuando terminó, se despidió de todos ellos chocando los cinco y con abrazos. En ese momento, una de ellas le puso algo en la mano y le dijo: “Esto es para tu mujer. Sé que fue muy caro cuando mi padre murió y, de todas formas, hoy no quiero helado”.
La menor le entregó unas monedas que tenía reservadas para un helado en colaboración con el funeral de su suegro. El profesor, sorprendido, decidió publicarlo en Facebook con el siguiente mensaje: “Desearía que el mundo le prestase más atención a los niños. Podríamos aprender mucho de ellos”.