El año pasado fue el último en el que los pensionistas recibieron la conocida como paguilla extra de enero. Desde este 2023, los jubilados ya no se verán beneficiados con esta cantidad de dinero que se les hacía llegar para compensarles por la pérdida de poder adquisitivo a causa del incremento medio anual del Índice de Precios de Consumo (IPC).
Tal y como se recoge en los Presupuestos Generales del Estado (PGE), los pensionistas ya no ingresarán nunca más en sus cuentas dicho dinero extra debido a la reforma de las pensiones que ha llevado a cabo el Ejecutivo de coalición formado por el PSOE y Unidas Podemos. El Gobierno ha vinculado el repunte de las pensiones al IPC. De esta forma, garantiza que los jubilados no se vean afectados de una pérdida del poder adquisitivo ya que su dinero aumentará con el IPC.
La pensión máxima de jubilación ascenderá 240 euros, quedando en 3.059 euros al mes en 14 pagas o 42.823 euros anuales. Respecto a las mínimas, y dependiendo de la edad de la persona jubilada o de si tiene un cónyuge a su cargo, oscilará entre los 13.526 y los 9.694 euros al año.
Esto supone que este año 2023 las pensiones subirán un 8,5%, al igual que el IPC. Además, el Ejecutivo ha recalcado que esta subida afectará tanto a las pensiones contributivas como a las no contributivas.
Por ejemplo, si la pensión media mensual del país es de unos 1.256 euros, con este incremento del 8,5%, se quedaría en los 1.362,76 euros. Es decir, pasarán a cobrar 106,76 euros más al mes.
Cabe destacar que en la Seguridad Social está dispuesto que el dinero de las pensiones se ingrese a mes vencido. Sin embargo, normalmente, las entidades bancarias adelantan la bonificación de este dinero a finales de mes. Dependiendo de cada banco, se suele percibir entre los días 22 y 30 de cada mes.