Los plantones con reserva salen caros: el último, un 'simpa' con 100 pintxos listos en San Sebastián

Resurge el debate de las fianzas en los restaurantes tras el respaldo de la Justicia a un cocinero de San Sebastián, que cobró 510 euros a unos clientes por no anular su reserva. Este martes hemos conocido otro caso muy llamativo también en Donosti, un 'simpa' de 100 pintxos que dejaron sin recoger y sin pagar. Ahora, ese bar de San Sebastián también va a exigir una señal para las reservas de sus clientes.

Al bar 'Bergara' del barrio de Gros le encargaron el centenar de pintxos para el sábado a las 15:00 horas, imagínense cómo estaba el bar en ese momento. Y esa clienta nunca apareció. La factura ascendía a 350 euros, pero no solo eso, sino todo el trabajo que tienen estas elaboraciones, que eran especiales (como un chipirón encebollado o la falsa lasaña de anchoa). Una falta de educación y respeto a su trabajo.

Un impago de 350 euros por 100 pinchos en San Sebastián

Ya no es solo el roto económico, que también (el impago de 350 euros por 100 pinchos). "Nos quedamos vendidos, con todo el pedido, una parte la tuvimos que tirar", cuenta Monty Puig-Pey, trabajador del establecimiento. Lo peor para ellos es que ya no se pueden fiar.  "Somos un bar de barrio, tenemos confianza con la gente, pero ante esta situación, que no nos había pasado nunca, a partir de ahora, una señal de dinero, sea quien sea", agrega.

Los restaurantes de lujo hace tiempo que piden la tarjeta de crédito para reservar

Los restaurantes de lujo hace tiempo que piden la tarjeta de crédito para reservar. Y si no se presentan los comensales les cobran una parte. Es lo que hizo un restaurante con dos estrellas Michelin, que citábamos anteriormente. Un juez les acaba de dar la razón por el cargo de 510 euros a tres clientes que no acudieron a la cita. "Está ajustado a derecho. Y que esos 170 euros, respecto a los casi 300 euros de ticket medio que teníamos en aquel momento, era un coste absolutamente razonable", explica Xabier de la Maza, gerente del local.

"Si no aparecen y no llaman se cobra 20 euros por persona"

El uso de la tarjeta empieza a extenderse: "Si no aparecen y no llaman se cobra 20 euros por persona", explica Juan Kero, del restaurante Kero. Quizás una forma de persuadir a los desmemoriados. Hay casos en los que lo reconocen: "Un cliente me dijo que lo sentían mucho, nos pedía mil disculpas, se había olvidado", explica Xulio Estévez, del restaurante A Centoleira. Una mesa para 11 en plena Semana Santa que afortunadamente para el restaurante enseguida se ocupó.