La mujer de 89 años que donó toda su fortuna millonaria a un pueblo (con dos condiciones)
La ciudadana dejó una decena de casas y 2 millones de euros en herencia a Escoville
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En el apacible pueblo normando de Escoville (Francia), donde viven apenas unas 800 personas, una historia inesperada ha sacudido la rutina local. Monette, una mujer de 89 años que siempre llevó una vida discreta, decidió dejar todas sus propiedades y unos 2 millones de euros al municipio tras su muerte. Al pueblo entero. Eso sí, con un par de condiciones muy especiales, según recoge 'Compliance Journal'.
El legado incluye una decena de casas distribuidas estratégicamente por la región normanda y una suma de dinero que multiplica varias veces el presupuesto anual del ayuntamiento. Pero lo que tenía claro Monette es que ese dinero no podía esfumarse en burocracia ni perderse en proyectos anodinos o extravagantes.
Por eso dejó dos instrucciones muy precisas: El municipio debía mantener de forma perpetua las tres tumbas de su familia en el cementerio local. Y, sobre todo, debía restaurar por completo la iglesia del siglo XVI del pueblo, un edificio histórico que pedía a gritos una reparación.
Una mecenas inesperada
Es decir, un testamento que refleja amor por sus raíces, respeto por los suyos y preservación de la memoria colectiva. Cuando el notario contactó con el alcalde de Escoville, Christophe Cliquet, para comunicarle la noticia, su reacción fue de pura incredulidad. “En mis 24 años como alcalde, nunca había visto algo así”, declaró a los medios franceses.
Por supuesto, Christophe conocía a Monette, y se encontraba con ella, de vez en cuando, “en la panadería o en el cementerio”, pero nada hacía pensar la mujer, conocida en el pueblo por ser la directora de un hotel restaurante, pudiera tener semejante gesto en su última voluntad.
El ayuntamiento aceptó formalmente el legado y las condiciones impuestas. De hecho, ya comenzaron las gestiones para presupuestar la restauración de la iglesia Saint-Laurent, una joya arquitectónica que sobrevivió incluso a los combates de la Segunda Guerra Mundial. En la reparación se incluye la renovación del altar mayor, una cabaña y varios elementos de mampostería.
Un nuevo parque con su nombre
También se proyecta adecentar el cementerio, cumpliendo así con la promesa de perpetuar la memoria de Monette y su familia. Pero el ayuntamiento no se quedará ahí y va a crear un nuevo parque en la localidad que llevará el nombre de la mujer y que estará alrededor de un estanque que el consistorio había adquirido recientemente. Asimismo, pondrán una placa conmemorativa a la iglesia.
Monette será recordada por siempre en Escoville, pero más que casas o dinero lo que deja es una enseñanza. Que la generosidad no siempre necesita grandes gestos públicos. A veces basta con un testamento y un propósito claro.
