Pensiones y jubilaciones

El IRPF de tu pensión: cuánto se queda Hacienda y cómo reducirlo

Comprobar las retenciones en la pensión puede ahorrarte cientos de euros en la declaración.. Getty
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Las pensiones están sujetas al IRPF, se consideran rendimiento de trabajo y tributan como tal. No hay fórmulas mágicas para pagar menos, pero sí hay maneras de pagar lo que corresponde, no más. Entender cómo tributan y sobre todo, conocer las deducciones a que tienes derecho puede hacerte ahorrar unos cientos de euros en impuestos.

¿Tu pensión paga IRPF?

Las pensiones contributivas (jubilación, incapacidad, viudedad y orfandad) se consideran rendimientos del trabajo. Por tanto, tributan en IRPF igual que un salario. Hay exenciones y regímenes especiales para supuestos concretos (gran invalidez, determinadas pensiones por actos de terrorismo, indemnizaciones, etcétera), pero la norma general es que tributan.

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Las pensiones no contributivas también pueden estar sujetas a IRPF, aunque por su baja cuantía a menudo el resultado final es cero.

Cuánto me retienen

La Seguridad Social aplica retenciones a cuenta siguiendo las tablas y reglas de Hacienda. Esa retención no es un impuesto distinto, es un anticipo de lo que previsiblemente te saldrá en la declaración. Por eso, dos pensionistas con la misma pensión pueden tener retenciones distintas, dependiendo del estado civil, discapacidad, descendientes, ascendientes a cargo, etcétera, de cada uno.

Que no te retengan o te retengan poco no significa que no debas pagar. Si durante el año tu situación cambia (por ejemplo, cobras atrasos, percibes dos pensiones de pagadores distintos o rescatas un plan de pensiones), es posible que en la declaración te salga a ingresar, aunque en la nómina de tu pensión te hayan retenido poco.

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Cómo se calcula

La Seguridad Social calcula la retención que aplicará a tu pensión estimando los ingresos anuales que vas a tener. De esa cifra, resta una cantidad que está exenta de tributar. Este año esa cantidad está en 5.550 euros al año. Si tienes más de 65 años esta cantidad sube a 6.700 euros. Y si tienes más de 75 años, no tributan 8.100 euros. Esto se aplica independientemente de los ingresos que tengas. Es decir, si ingresas 20.000 euros, solo tributarán 14.450 euros. Si tienes más de 65 años, tributarán 13.300 euros; y si tienes más de 75 años, tributarán 11.900 euros

Además, existen mínimos complementarios por descendientes, ascendientes y discapacidad que aumentan lo que no tributa según tus circunstancias.

En líneas generales, y aunque varía ligeramente en algunas CCAA, las retenciones que se practican son las siguientes: 

  • 0 a 12.450 euros: 9,50%
  • 12.450 a 20.200 euros: 12,00%
  • 20.200 a 35.200 euros: 15,00%
  • 35.200 a 60.000 euros: 18,50%
  • 60.000 a 300.000 euros: 22,50%
  • Más de 300.000 euros: 24,50%

Obligación de declarar

En 2025 el umbral de tributación se sitúa en 15.876 euros anuales, lo que significa que quienes cobren hasta esa cantidad no tienen que pagar retenciones de IRPF, ni tampoco están obligados a presentar la declaración de la Renta.

Tampoco estás obligado a declarar si tu pensión anual bruta es de 22.000 euros y no tienes otros ingresos.

Si tienes dos pagadores, por ejemplo, cobras dos pensiones, o la pensión y un alquiler, el límite que te obliga a presentar la declaración baja a 15.000 euros.

Aunque no estés obligado, presentar declaración puede interesarte para recuperar retenciones excesivas o aplicar deducciones no contempladas por Hacienda, por ejemplo, las de las CCAA que a veces pasa por alto la Agencia Tributaria.

Claves para pagar menos IRPF

No hay milagros, lo que toca pagar hay que pagarlo. Siempre queda el consuelo de que lo que pagas en impuestos vuelve, como dice la campaña de Hacienda, pero sí puedes hacer que el pago sea más cómodo o ajustarlo a tus circunstancias.

Puedes solicitar a la Seguridad Social que ajuste tu retención (al alza o a la baja, dentro de lo permitido) para evitar sustos en junio. No reduce el impuesto total del año, pero evita pagos inesperados.

Asegúrate de que la Seguridad Social conoce tu situación: estado civil, número de hijos con derecho a mínimo, ascendientes convivientes, edad (65/75) y grado de discapacidad si lo hay. Esto reduce la cuota y ajusta mejor la retención.

Recuerda que las personas con discapacidad (y quienes conviven con ascendientes/descendientes con discapacidad) tienen mínimos incrementados y, en su caso, deducciones. A menudo la diferencia en cuota es notable.

Aportaciones a planes de pensiones

Las aportaciones a los planes de pensiones reducen la base general hasta los límites legales. Puedes desgravarte hasta 1.500 euros en planes de pensiones individuales, y hasta 4.250 euros, si tienes un plan de pensiones para autónomos.

Si tienes un cónyuge con rentas bajas, puede interesar la aportación al plan del cónyuge (con su propio límite), que reduce tu base en otros 1.000 euros.

Cuidado con el rescate

Si piensas rescatar un plan que tenías acumulado, ten en cuenta que tributa como rendimiento de trabajo, así es que lo mejor es escalonar el impacto en varios años y evitar saltar a tramos altos. Puedes rescatarlo como capital o como rentas. Por ejemplo, Si los ingresos del año son 20.000 euros y rescatas del plan en capital 15.000 euros, tu base general pasa a 35.000 euros y pagarás por esos 35.000 euros. Si en vez de capital eliges rentas, por ejemplo, 5.000 euros al año durante 3 años, solo sumarías 5.000 euros cada año y pagarás menos impuestos que si lo cobras todo de golpe.

Más deducciones

Si adquiriste tu vivienda habitual antes de 2013 y sigues pagando hipoteca, puedes mantener la deducción del 15%. También la del alquiler del 10,05% si el contrato es de antes de 2015 y tienes menos de 24.107 euros de renta. Además, algunas CCAA tienen también deducciones por alquiler.

Los donativos a ongs disfrutan de altos porcentajes de deducción, y las cuotas sindicales y las cuotas a colegios profesionales de colegiación obligatoria reducen la base o la cuota según el caso.

Cada comunidad tiene sus propias deducciones (por edad, alquiler, familia numerosa, discapacidad, gastos de salud, eficiencia energética, etcétera). Vale la pena revisar el catálogo autonómico porque a menudo hay ahorros poco utilizados y que Hacienda no contempla en el borrador de tu declaración.

Puedes fraccionar el pago de la declaración y domiciliarlo. Si acostumbras a tener resultado a ingresar, quizá prefieras subir retenciones para pagar anticipadamente durante el año. Aunque no reduce la cuota total, puede mejorar tu tesorería.

Usa el simulador de la AEAT del ejercicio correspondiente: incorpora tu comunidad autónoma, edad, discapacidad, situación familiar y cualquier otro ingreso (alquileres, intereses, ganancias patrimoniales).

Aunque parezca que las administraciones lo saben todo sobre nosotros, Hacienda se equivoca más de lo que imaginas. En tiempos de IA hay datos que se pasan por alto y las retenciones de tu pensión dependen de la exactitud de la información que maneje Hacienda y la Seguridad Social. La factura fiscal depende de datos personales, autonómicos y de planificación. Una buena comunicación con la Seguridad Social, aprovechando mínimos y deducciones y dosificando los rescates de ahorro previsional, puedes contener los impuestos y evitar sustos cuando te toque declarar.