Salarios

Una inflación creciente reduce a mínimos el poder adquisitivo ganado por los trabajadores en los últimos años

Los trabajadores pierden poder adquisitivo con una cesta de la compra disparada y los alquileres imposibles
Los salarios pierden poder adquisitivo en los últimos trimestres. Informativos Telecinco
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Los precios siguen subiendo en nuestro país, pero los salarios no lo hacen al mismo ritmo. Los últimos datos económicos confirman una tendencia preocupante con precios al alza y sueldos prácticamente estancados. Esta situación ha provocado que, por primera vez en dos años y medio, los trabajadores pierdan poder adquisitivo de manera sostenida.  

La evolución de los sueldos por hora trabajada muestra una línea plana desde la recuperación posterior a la pandemia. Aunque hubo un repunte inicial, los últimos cuatrimestres reflejan una ausencia de crecimiento significativo. Frente a ello, la inflación ha mantenido un ritmo más dinámico. En los últimos cuatro meses, el índice de precios se ha situado por encima de la evolución salarial, lo que implica que el coste de la vida aumenta más rápido que los ingresos.  

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El efecto se percibe en bienes de consumo, servicios básicos y en el mercado de la vivienda

Actualmente, la inflación ronda el 3 %, un nivel moderado en comparación con los picos registrados en años anteriores. Sin embargo, este porcentaje resulta suficiente para erosionar la capacidad de compra de los hogares cuando los salarios no acompañan. El efecto se percibe en bienes de consumo, servicios básicos y, de manera especialmente intensa, en el mercado de la vivienda.  

El precio de los inmuebles se ha disparado un 13 % en el último año, una cifra que multiplica por más de cuatro la tasa de inflación general. Este incremento coloca a la vivienda como el principal factor de presión sobre las economías familiares. El acceso a un hogar se convierte así en un reto cada vez más difícil, especialmente para los jóvenes y las rentas medias.  

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En este escenario, los expertos advierten de un desequilibrio que amenaza con ampliar las brechas sociales. Mientras los salarios permanecen congelados, el coste de la vida y de la vivienda se disparan, configurando un panorama económico complicado para millones de ciudadanos.