Alemania no quiere pagar más en el primer presupuesto europeo postbrexit

  • Reino Unido no aportará dinero a los presupuestos pero abonará una factura de 45.000 M€

  • Londres aporta el 13% del total de presupuesto de la Unión Europea

  • La UE dejará de percibir unos 10.000 M€ anuales de Reino Unido

Alemania quiere poner la venda antes de la herida. La canciller Angela Merkel ha pedido ya una rebajita en las aportaciones que su país realiza al presupuesto de la Unión Europea. Porque ahora, si esta vez sí Reino Unido se va con acuerdo, toca pensar en el agujero que va a dejar en los presupuestos de la Unión.

Los presupuestos para los próximos ejercicios están en el aire. Primero la elección de la nueva Comisión Europea y ahora el Brexit han ido dilatando los plazos. Así que es previsible que las decisiones lleguen in extremis cuando estemos a punto de despedir el año. Entonces se acordarán los presupuestos del período 2021-2027. "No será un ajuste dramático", asegura Ángeles Ruiz Ezpeleta, profesora de EAE Business School,"aunque es cierto que no habrá ingresos también hay que valorar los gastos que serán menos porque ya no habrá que pagar subvenciones, beneficios sociales, los eurodiputados británicos... habrá un descenso importante de los gastos y no va a peligrar el presupuesto", apunta.

Los próximos presupuestos

En los presupuestos de 2021 quedarán cuentas pendientes de liquidar, como las aportaciones a la financiación de diferentes instituciones de las que todavía forma parte Reino Unido, su contribución a infraestructuras pendientes o los gastos sociales. Los flecos de la salida de Londres costarán unos 45.000 millones de euros que pagará en plazos.

Reino Unido aporta el 13% del presupuesto de la Unión Europea. El actual presupuesto equivale al 1% del PIB de los 28 países de la Unión Europea actual pero al 1,13% de los Veintisiete. Aumentar la aportación para mantener el presupuesto no es algo que vean con buenos ojos países como Alemania. Angela Merkel ha asegurado que su país se vería "desproporcionadamente afectado" y supondría una carga excesiva para ellos, ha asegurado la canciller.

Merkel no quiere oír hablar de pagar más. Mientras por otro lado le piden en público y en privado que ponga en marcha un plan fiscal de gasto público (ya que sus cuentas se lo permiten) para contrarrestar los tiempos de desaceleración económica que vienen. El último en sugerirle esta idea fue el Comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros Pierre Moscovici en el Eurogrupo de la semana pasada.

¿Adiós o hasta luego?

La Unión Europea dejará de percibir unos 10.000 millones de euros anuales del que, hasta ahora, era el segundo mayor contribuyente neto a los presupuestos. En el periodo 2014 - 2017 aportó unos 28.000 millones de euros, el 1,4% de su PIB (más del esfuerzo que está dispuesta a hacer Alemania).

"Lo lógico sería hacer un reparto proporcional", explica Miguel Córdoba, profesor de economía financiera del CEU. "Reino Unido no es Eslovaquia y deja un agujero financiero importante"

Para contrarrestar la pérdida de ingresos toca o rascarse el bolsillo o recortar el gasto, algo que se antoja difícil ante los retos de la Unión Europea como la digitalización, las tensiones migratorias o el desarrollo de la investigación para no perder comba ante las grandes potencias mundiales.

Y también falta saber el marco en el que se desarrollará la futura relación con los vecinos británicos que podrían contribuir a determinados programas europeos siguiendo, por ejemplo, la estela de Noruega que aporta a la Unión el 0,25 % de su riqueza a través de programas de Justicia y Asuntos de Interior o Copérnico y Galileo. Demasiado pronto para hacer cuentas.