Tras la cancelación del Mobile World Congress, los perores augurios se han cumplido y las consecuencias son importantes para hoteles, taxis y VTC’s, para los comercios y para mucha gente en Barcelona y en toda España.
Desde que se conociera ayer la suspensión del congreso, todos estos sectores han recibido un aluvión de cancelaciones que han dejado vacíos hoteles y restaurantes que estaban casi al 100% de ocupación. Este jueves se despiden definitivamente de esa imagen de Barcelona en plena ebullición.
Son 14 mil personas las que se quedan sin empleo, entre ellos azafatas y chóferes que incluso habían viajado desde otros puntos de Europa para trabajar en el Congreso. Una mala noticia para estos trabajadores para los que suponía un respiro en plena temporada baja ya que se esperaban unos 100 mil asistentes y casi 500 millones de euros de impacto económico.
En los pabellones del Mobile se trabaja con desgana y el ambiente está desangelado. Toca desmontar lo poco que se había avanzado ya que no estaba hecho ni una cuarta parte de lo que estaba planteado. Entre pasillos desiertos y muebles sin desembalar se encuentra la frustración económica de los operarios, “nos supone una pérdida a todos” comenta uno de ellos.
Este vacío se expande a los negocios que hay en torno al recinto. En los restaurantes a los que acudían los montadores el congreso suponía unas 50 comidas diarias de trabajadores y algunos hasta tenían el espacio reservado. Los hoteles y apartamentos turísticos de la zona se quedan también sin huéspedes. Son las pérdidas de una ciudad que ve como el Mobile hace las maletas.