Un hombre muere tras diagnosticarle una neumonía en el hospital en lugar de un infarto: falleció a las tres horas

Muere tras diagnosticarle neumonía en lugar de infarto: Sanidad indemnizará con 128.000 euros por negligencia
Urgencias. Europapress
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ValenciaUn hombre estaba sufriendo un infarto agudo y tras varias pruebas e inspecciones, le dijeron que tenía neumonía. Tuvo que pasar por dos centros sanitarios, un ambulatorio y un hospital público, y un sufrimiento de 10 horas para que dieran con el diagnóstico correcto. En Medicina Intensiva se dieron cuenta de lo que le ocurría, sin embargo, el diagnóstico llegó tarde y tres horas más tarde el hombre falleció.

Sanidad deberá indemnizar a la familia con más de 128.000 euros, según el dictamen del Consell Jurídic Consultiu de la Comunitat.

Una sucesión de negligencias

Un sábado de noviembre de 2022, un hombre acudió a urgencias a las 9:27 de la mañana con dolor en el pecho y sensación de ahogamiento. Al ser fin de semana, solo atendían a pacientes en el servicio de Urgencias, donde le realizaron una radiografía del tórax y le indicaron que fuera por sus propios medios al hospital.

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El hombre cogió su coche y fue hasta el centro hospitalario. Allí le hicieron varias pruebas, como un análisis de sangre y un electrocardiograma, entre otras, tras las que le diagnosticaron una neumonía. Lo ingresaron y le administraron un tratamiento con diversos fármacos, los cuales no eran los indicados para lo que realmente sufría.

La evolución no estaba siendo favorable y a las cinco de la tarde el hombre empezó a sufrir sudoración, hipotensión arterial (presión sanguínea por debajo de lo normal), desaturación de oxígeno, frecuencia respiratoria muy alta y ruidos en los pulmones. Tenía un gran malestar a consecuencia de un tratamiento incorrecto.

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Tras otra sucesión de pruebas, lo trasladaron a Medicina Intensiva a las 19:44 horas por insuficiencia respiratoria aguda y edema agudo de pulmón. Allí al fin determinaron que tenía un infarto. Pero el paciente presentó un deterioro agudo y entró en parada cardiorrespiratoria, tras la que murió.

Varios informes médicos determinan los fallos

La familia reclama que hubo un claro error en el diagnóstico, una falta de empleo de medios técnicos adecuados y de información por la gravedad de lo que padecía. El informe médico pericial determina que hubo una conducta imprudente en el ambulatorio, al decirle que se fuera al hospital por sus medios, sin oxígeno suplementario ni un electrocardiograma.

En el centro hospitalario tardó más de dos horas en ser atendido, y pese a que las pruebas revelaron una necrosis miocárdica de la cara inferior del corazón, lo que evidenciaba un infarto, el informe indica que existió un retraso de diagnóstico «considerable», y que pese a los resultados, se le llevó a Medicina Interna para tratar una neumonía que no tenía.

Un segundo informe médico pericial también determina que, pese a que la atención en el centro de salud fue acorde a los estándares, se malinterpretó en el hospital el electrocardiograma, por lo que no se inició la asistencia cardiológica en la UCI ni se activó el código de infarto. Un tercer informe, el de Inspección Sanitaria, considera que fue correcto derivarlo al hospital, pero allí se debería haber establecido el diagnóstico de infarto agudo y tomar las medidas adecuadas.