Según el informe, la construcción de nuevas casas y apartamentos aumentó el 22,2 por ciento a una tasa anual ajustada de 583.000 unidades.
Las cifras revisadas correspondientes a enero indican que la construcción cayó a un ritmo de 477.000 unidades, una cifra mejor a la dada inicialmente pero que todavía marca un récord mensual a la baja.
Las solicitudes de permisos de construcción, consideradas un signo fiable de la actividad en el futuro, también aumentaron en febrero un 3%, a una tasa anual de 547.000 viviendas, mientras los expertos esperaban un descenso de 500.000 unidades.
Pese al incremento de la actividad en febrero, la construcción de viviendas ha bajado un 47,3 por ciento en los últimos doce meses.
La vivienda es un indicador clave de la salud económica del país y el retroceso en este sector es otra de las consecuencias de la recesión que vive Estados Unidos por segundo año consecutivo.