Estamos en otoño, las temperaturas ya empiezan a bajar y muchas personas sacan los edredones. Otros piensan en el momento de poner la calefacción, en cómo influirá eso en la factura de gas y qué pueden hacer para mitigar su impacto. Los expertos recomiendan a quien tenga calefacción individual contratar la Tarifa de Último Recurso (TUR) del mercado regulado, que ofrece tarifas mucho más bajas que el libre, pero con excepciones. No todo el mundo puede o debe cambiarse. Te lo explicamos.

El pasado 20 de septiembre, el Consejo de Ministros aprobaba la bajada del IVA al gas, reduciéndolo en las facturas al 5%, Una medida que estará vigente, en principio, hasta el 31 de diciembre de 2022. Según la tabla publicada el pasado jueves en el BOE, el precio variable rondará desde este 1 de octubre los 6 céntimos el kWh frente a los 24 que llegan a ofrecer algunas compañías en el mercado libre.

Acogerse a la TUR es una buena opción para aquellos que den un alta nueva o a los que hayan tenido que renovar el contrato en los últimos meses, ya que todos ellos pagarán más en el mercado libre. El año pasado las compañías ofrecían el kWh a 4 céntimos, pero en estos momentos empresas como Naturgy han ido subiendo sus tarifas hasta los 14 céntimos y otras, como Iberdrola, a 24.

Quienes todavía mantengan contratos antiguos es probable que tengan mejores ofertas, por lo que pueden esperar a que venzan para valorar el cambio. También es importante atender a las cláusulas específicas en caso de que tengamos un contrato conjunto de luz y gas, ya que si cambiamos el gas la compañía probablemente no respetará el precio acordado para la electricidad.

La Tarifa de Último Recurso está ideada para que se acojan a ella los pequeños consumidores. Las familias no debe tener ningún problema para adscribirse a ella, pero es poco probable que puedan hacerlo quienes tengan un negocio. Eso sí, para acogerse a la TUR hay que informarse de cuál es el tramo que te corresponde en función de tu consumo.

La TUR.1 está destinada a aquellos hogares con un consumo inferior o igual a 5.000 kWh/año. Suelen ser viviendas que no tienen calefacción o que, por su tamaño o eficiencia, no gastan demasiado. Su precio se sitúa desde este sábado en 6,355463 céntimos kWh.

La TUR.2 se ofrece a aquellos usuarios que tienen un consumo un poco más elevado, concretamente, de hasta 15.000 kWh/año. El importe, en este caso, se fija en 6,069581 céntimos kWh.

Por último, la TUR.3 está pensada para las viviendas más grandes o incluso pequeños negocios, con un consumo de hasta 50.000 kWh/año. Al gastar más, su oferta es la más baja de todas: 5,852538 céntimos kWh.

En el mercado libre el precio ofertado se blinda durante un año, pero en la TUR la revisión es trimestral. Los importes que entraron en vigor este 1 de octubre únicamente se mantendrán hasta el 31 de diciembre. A partir del 1 de enero, el Gobierno volverá a fijar los precios, pero conviene recordar que está establecido que la TUR no pueda subir más de un 15% por trimestre, por lo que es probable que el mercado regulado siga siendo más rentable durante todo el invierno. En cualquier caso, no existe una cláusula de permanencia, por lo que se puede cambiar de uno a otro en cualquier momento.

La Tarifa de Último Recurso se puede contratar a través de las cuatro principales compañías energéticas de nuestro país. eso sí, las cuatro empresas han creado sus propias comercializadoras de último recurso, con nombre y teléfonos diferenciados. La comercializadora del Grupo Iberdrola es Curenergía, la de Endesa es Energía X, la del Grupo Naturgy se llama Gas & Power y TotalEnergies la comercializa a través de Baser.