Pagar la compra con la tarjeta de crédito: 10 señales de que estás gestionando mal tu dinero
Hay más de 100 millones de tarjetas de crédito en circulación en España
Recurrir a ellAs para gastos diarios como las compras en el supermercado puede ser una señal de una gestión financiera inadecuada
Los pagos con tarjeta y móvil en comercios físicos ganan terreno al uso del efectivo
MadridHoy en día el uso de tarjetas de crédito se ha convertido en una práctica común a la hora de realizar todo tipo de compras cotidianas. Según el Banco de España, los pagos con tarjeta ya representan más del 66% del total de transacciones realizadas con instrumentos distintos al efectivo, y en 2024 se contabilizaron más de 103 millones de tarjetas en circulación en nuestro país, con lo que un simple cálculo matemático nos chiva que tocamos a más de 2 por cabeza.
Aunque se trata de instrumentos financieros ofrecen comodidad y flexibilidad, recurrir a ellas para gastos diarios como las compras en el supermercado puede ser una señal de una gestión financiera inadecuada. Pero no es la única pista, y por eso hemos querido recopilar algunas de las señales que nos indican que estamos realizando un uso problemático de las tarjetas de crédito, para evitar caer en una espiral de deuda.
10 señales de que estás usando mal tu tarjeta de crédito
- Financiar gastos diarios con crédito: Utilizar la tarjeta de crédito para cubrir gastos recurrentes, como la compra de alimentos, puede parecer una solución que queda muy a mano, pero se trata de una práctica que puede llevarnos al sobreendeudamiento. Según expertos, financiar las compras cotidianas con tarjetas de crédito, especialmente si se opta por el pago aplazado, implica asumir intereses elevados que pueden alcanzar el 17,91% anual. Esta estrategia puede acabar siendo insostenible a largo plazo, ya que se acumulan deudas que se suman a los gastos mensuales habituales.
- Realizar solo el pago mínimo mensual: Pagar únicamente el mínimo requerido en la factura de la tarjeta de crédito puede parecer una forma de mantener las finanzas bajo control, pero en realidad, prolonga la deuda y aumenta los intereses acumulados. El Banco de España advierte que cuando el importe de la cuota es igual a los intereses del período, la deuda permanece constante, y si es inferior, la deuda se incrementa. Esta práctica puede desembocar en una situación de deuda perpetua.
- Desconocer la modalidad de pago de la tarjeta: Muchas tarjetas de crédito vienen configuradas por defecto con la modalidad de pago aplazado, lo que significa que todas las compras se financian automáticamente, generando intereses desde el primer momento. Por ello, es importante revisar y modificar esta opción si se prefiere pagar el total al final del mes sin intereses. No hacerlo puede llevar a acumular deudas sin que seamos plenamente conscientes de ello.
- Utilizar tarjetas de crédito para obtener efectivo: Sacar dinero en efectivo con una tarjeta de crédito implica comisiones y tasas de interés adicionales desde el momento de la retirada. Esta práctica puede ser útil en situaciones de emergencia, pero recurrir a ella de forma habitual indica una falta de liquidez preocupante y puede agravar la situación financiera.
- No aprovechar los beneficios de la tarjeta: Algunas tarjetas de crédito ofrecen descuentos, programas de recompensas o seguros asociados. No informarse sobre estos beneficios o no utilizarlos adecuadamente puede significar perder oportunidades de ahorro. Sin embargo, es importante no dejarse llevar por las promociones y realizar compras innecesarias solo para obtener recompensas.
- No revisar los extractos mensuales: Ignorar los extractos mensuales de la tarjeta de crédito puede llevar a no detectar cargos indebidos, errores o suscripciones no deseadas. Revisar regularmente estos documentos es una parte fundamental si queremos mantener el control sobre las finanzas y detectar posibles anomalías a tiempo.
- Acumular múltiples tarjetas de crédito: Tener varias tarjetas de crédito puede ofrecer flexibilidad, pero también aumenta el riesgo de perder el control sobre los gastos y las deudas acumuladas. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recomienda limitar el número de tarjetas y utilizarlas siempre de manera responsable para evitar posibles complicaciones financieras.
- Depender del crédito para llegar a fin de mes: Si se tiene que recurrir de manera habitual a la tarjeta de crédito para cubrir gastos básicos o llegar a fin de mes, es una señal clara de que los ingresos no son suficientes para cubrir el nivel de vida actual. Esta dependencia del crédito puede llevar a que entremos en una espiral de deuda difícil de revertir.
- No tener un presupuesto claro: La falta de un presupuesto detallado impide tener una visión clara de los ingresos y gastos, lo que puede llevar a un uso excesivo de las tarjetas de crédito. Establecer un presupuesto y adherirse a él es esencial para una gestión financiera saludable.
- Ignorar las señales de advertencia: El estrés financiero, las llamadas de cobradores de deudas o la imposibilidad de realizar pagos mínimos son señales de advertencia que no deben ignorarse. Buscar asesoramiento financiero y tomar medidas correctivas a tiempo puede evitar consecuencias más graves.
El uso responsable de las tarjetas de crédito es una herramienta útil para gestionar las finanzas personales. Sin embargo, cuando se utilizan para financiar gastos cotidianos o se ignoran las señales de advertencia, pueden convertirse en una carga financiera significativa. Es fundamental estar informado, revisar regularmente las condiciones de las tarjetas y buscar asesoramiento si se detectan problemas en la gestión del dinero.