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La formación online ha dejado de ser una alternativa secundaria, para convertirse en una de las formas principales de muchos profesionales a la hora de especializarse, reinventarse o avanzar en su carrera sin dejar de trabajar. Pero este crecimiento ha ido acompañado de una proliferación de ofertas de calidad dispar, promesas exageradas y, en algunos casos, auténticas estafas. Por eso, saber distinguir entre un curso serio y uno que no lo es tanto resulta a día de hoy más necesario que nunca.

Acreditación: ¿es oficial o propio?

Lo primero que debe revisar cualquier interesado es la naturaleza del título. En España, los másteres oficiales están verificados por la ANECA (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación) y tienen validez en toda la Unión Europea. En cambio, los másteres propios, aunque a menudo son de lo más útiles y están bien valorados en ciertos sectores, no tienen ese reconocimiento oficial, ni permiten acceder a un doctorado o a oposiciones.

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El Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades ofrece buscadores públicos donde se puede verificar si un máster está acreditado oficialmente.

Quién lo imparte… y qué te enseñan

Otro punto crítico es analizar quién está detrás del programa. Según OCU, conviene investigar la institución, los docentes (¿tienen experiencia y formación acreditada?), la duración del curso, los módulos incluidos y la metodología (sincronía, clases grabadas, tutorías, prácticas).

Muchos cursos online que resultan ser un timo utilizan nombres rimbombantes, títulos en inglés o instituciones que “suenan a universidad” pero no lo son. También abundan los testimonios falsos o exagerados. Googlear el nombre del máster o de la empresa junto a la palabra “opiniones” puede ayudarnos a detectar experiencias reales.

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Señales de alarma: desde el precio hasta el marketing agresivo

No todo lo barato sale caro, pero en el mundo de la formación, un máster de “2.000 horas lectivas” por 50 euros suele esconder letra pequeña. Desconfía también de plataformas que presionan con mensajes como “última plaza”, “beca del 80% solo hoy” o “título con validez internacional garantizada”. Los expertos ya avisan que existen empresas que juegan con la ambigüedad legal para intentar vender cursos sin cobertura, ni respaldo académico.

Financiación y pagos: lee antes de firmar

Otra trampa habitual es la financiación encubierta. Muchos centros ofrecen el curso “a plazos”, pero lo que hacen es firmar con el alumno un contrato de crédito con una financiera, sin explicar bien las condiciones. Este tipo de situaciones puede suponer un serio desequilibrio económico, por los altos intereses que aplican este tipo de préstamos.

Antes de pagar, exige siempre un contrato por escrito, revisa las condiciones de cancelación y asegúrate de que puedes desistir si el contenido no es el prometido. La ley te ampara: en la mayoría de los casos tienes un derecho de desistimiento de 14 días naturales si no has comenzado a utilizar el servicio.

Pregunta, compara, consulta

Antes de decidirte, compara varias ofertas, consulta rankings independientes y, si puedes, habla con antiguos alumnos. También puedes recurrir a asociaciones como Aseproce o a asesores de formación de tu comunidad autónoma.

Un máster online puede ser una inversión inteligente, pero solo si está respaldado por la transparencia, calidad y rigor académico. Si no estás seguro de lo que estás contratando, recuerda que la falta de información nunca es culpa del alumno, pero la falta de prevención sí puede salir cara.