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MadridDimitir de un empleo es una decisión que debe tomarse con responsabilidad y planificación. Más allá de las implicaciones personales y profesionales, este proceso también conlleva una serie de consideraciones legales que pueden afectar al trabajador si no se realizan correctamente. Desde el cumplimiento del preaviso hasta el derecho al finiquito, hay aspectos clave que un abogado laboralista recomienda tener en cuenta para evitar complicaciones.

Lo primero es valorar la necesidad de presentar la dimisión o, alternativamente, pedir una excedencia. Piensa que si dimitieras de tu puesto de trabajo estarías renunciando definitivamente a él. En cambio, con la excedencia voluntaria, si no encontraras otro empleo o te arrepintieras de tu decisión, podrías tener la posibilidad de reincorporarte a tu antiguo puesto. Y en el caso de que la empresa no quisiera que volvieras tendrías derecho a paro.

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Además, no necesitas justificar la petición de excedencia, y esta puede durar desde un mínimo de cuatro meses, hasta un máximo de cinco años. Eso sí solo puedes solicitarla si tienes más de un año de antigüedad en la empresa, y no has solicitado una excedencia en los últimos cuatro años.

Para solicitar la reincorporación tendrías que avisar con un mes de antelación aunque hay que saber que no se tiene garantizada la reincorporación. Lo que se tiene es un derecho preferente al reingreso en vacantes de igual o similar categoría a la tuya. En caso de no poder reincorporarte, sí que tendrías derecho a paro.

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En cambio, si decides seguir adelante con la dimisión tradicional, es necesario ser conscientes de los pasos que se deben seguir.

Revisión del contrato y convenio colectivo

Antes de presentar una dimisión, lo primero que recomienda un abogado laboralista es revisar el contrato de trabajo y el convenio colectivo aplicable. Estos documentos contienen información esencial sobre detalles clave de la desvinculación unilateral de parte del trabajador. 

Por un lado es importante conocer el periodo de preaviso, que es el tiempo mínimo que el trabajador debe comunicar su renuncia antes de su salida. Este periodo varía según el sector y la antigüedad en la empresa. También figuran en estos documentos las condiciones de liquidación. Algunos contratos pueden establecer cláusulas específicas sobre compensaciones o devolución de beneficios en caso de renuncia anticipada.

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Además si el trabajador tiene una cláusula de no competencia post-contractual, deberá revisar las restricciones que pueda enfrentar en su próximo empleo.

Es importante ser consciente de todos estos aspectos para evitar posibles problemas legales, sanciones económicas o incluso conflictos con la empresa. Por ello, es más que recomendable leer con detenimiento los términos firmados originalmente antes de tomar una decisión definitiva.

Las claves para pedir una excedencia en el trabajo.

Presentando la dimisión: el proceso formal

Para garantizar una salida ordenada y evitar malentendidos, los expertos en derecho laboral recomiendan que la dimisión se comunique de manera formal y por escrito.

La carta de renuncia debe incluir la siguiente información:

  • Datos personales del trabajador (nombre, DNI, dirección).
  • Fecha de redacción del documento.
  • Manifestación explícita de la dimisión con la fecha de efectividad.
  • Referencia al periodo de preaviso, asegurando que se respeta lo estipulado en el contrato.

También ser recomienda entregar la carta en mano y solicitar un acuse de recibo firmado. En caso de que la empresa se niegue a firmar, se puede enviar por burofax o correo certificado para dejar constancia legal de la comunicación.

El periodo de preaviso: clave para evitar penalizaciones

El preaviso es uno de los aspectos más importantes a la hora de dimitir de un empleo. En la mayoría de los sectores, este periodo suele oscilar entre 15 días y un mes, dependiendo del convenio colectivo y la categoría profesional.

Si el trabajador no respeta el periodo de preaviso, la empresa tiene derecho a descontar del finiquito los días no trabajados. En algunos casos, si el convenio lo permite, la empresa puede incluso reclamar una indemnización adicional por daños y perjuicios.

Algunas excepciones que pueden eximir al trabajador del preaviso incluyen situaciones de incumplimiento grave por parte de la empresa, como impagos reiterados, la renuncia por cambio de empleo con incorporación inmediata, si se acuerda con la empresa, además de aquellos casos en los que la empresa no exige el cumplimiento del preaviso y acepta la salida inmediata.

Derechos del trabajador tras la dimisión: el finiquito

Cuando un trabajador dimite, tiene derecho a recibir un finiquito, el cual debe incluir:

  • Salario correspondiente a los días trabajados del mes en curso.
  • Parte proporcional de las pagas extraordinarias, si no están prorrateadas.
  • Vacaciones no disfrutadas, calculadas en función de los días generados hasta la fecha de salida.
  • Horas extra o bonus pendientes, si así está estipulado en el contrato.

Sin embargo, no se tiene derecho a indemnización, ya que esta solo se concede en casos de despido improcedente o por causas objetivas.

Un error común es no revisar detenidamente el cálculo del finiquito. Si el trabajador detecta irregularidades o descuentos indebidos, tiene un plazo de 20 días hábiles para presentar una reclamación ante la empresa o, en última instancia, acudir a la vía judicial.

Cómo dimitir sin riesgos legales

Dimitir de un trabajo es un proceso que debe gestionarse con cautela y conocimiento legal. Siguiendo las recomendaciones de los abogados laboralistas, se pueden evitar problemas como sanciones económicas, pérdida de derechos o conflictos con la empresa.

Antes de presentar la renuncia, es fundamental revisar el contrato, redactar una carta de dimisión formal, respetar el preaviso y asegurarse de recibir el finiquito correcto. Una salida bien gestionada no solo protege los derechos del trabajador, sino que también contribuye a cerrar una etapa laboral de forma profesional y sin complicaciones legales.