Así cambian las prioridades laborales en cada generación: los boomers valoran más la estabilidad

Las expectativas y demandas de los trabajadores varían según los contextos históricos, avances tecnológicos y cambios culturales que han vivido
Tu hijo y sus amigos nacidos entre 1997 y 2012 serán la generación más rica de la historia
En el mercado laboral actual conviven hasta cuatro generaciones distintas con visiones, expectativas y prioridades muy distintas. Las diferencias entre baby boomers (1946-1964), Generación X (1965-1980), millennials (1981-1996) y Generación Z (1997-2012) responden a contextos históricos, avances tecnológicos y cambios culturales que han moldeado la manera en que cada grupo entiende su relación con el trabajo.
Por ejemplo, boomers y GenX comenzaron sus carreras en una época en la que la estructura organizacional era más jerárquica y rígida, y donde las largas horas de trabajo eran la norma para avanzar profesionalmente. En cambio, millennials y GenZ están acostumbrados a entornos más inclusivos en los que se valora la igualdad y se ofrecen oportunidades más equitativas para todos.
Salario y prestaciones, en el centro
Lo que es incuestionable es que la edad influye en las expectativas y demandas de los trabajadores. El informe Employer Brand Research 2025 de Randstad, basado en 7.753 encuestados en España, destaca que la remuneración y los beneficios siguen estando en el centro de las prioridades de la mayoría, pero existen diferencias claras entre las generaciones en cuanto a la importancia de la equidad, la promoción profesional y la recualificación.
Así, el 50% de la generación Z considera prioritarios el salario y las prestaciones, frente al 58% de los millennials, el 67% de la generación X y otro 67% de los boomers. Sin embargo, los millennials ven a las empresas "como una plataforma de crecimiento y promoción”, mientras que los boomers y la GenX destacan la importancia de la estabilidad, un refugio frente a la incertidumbre del presente.
Los Z, los más dispuestos al cambio
Los Z se distinguen como los más dispuestos al cambio. El 21% ha cambiado de empleo en apenas seis meses y no siempre por cuestiones laborales. La conciliación familiar y personal es la causa para un 41% de los encuestados jóvenes. Por el contrario, solo un 4% de boomers decidieron dar un giro reciente a su vida laboral.
Un punto de acuerdo intergeneracional es la valoración positiva de la equidad en la compañía. Siete de cada diez trabajadores en España valoran que su empresa promueva justicia e igualdad de oportunidades. Tanto los empleados más jóvenes como los de mayor edad consideran esta cuestión un elemento fundamental al definir la firma ideal.
La recualificación también alcanza cierto consenso. Ocho de cada diez trabajadores la consideran esencial, pero es la generación X la más interesada en los programas de formación que les permitan avanzar en su trayectoria (83%). Entre millennials y Z el entusiasmo es algo menor (76% y 80%, respectivamente).
Otro dato relevante es el peso del reconocimiento dentro de la motivación laboral, casi tan determinante como el salario. Según el informe, en la generación X un 44% se queja de los ingresos y un 43% de la falta de valoración.
Lo que demuestra el estudio es que las prioridades laborales son el reflejo de experiencias, valores y realidades distintas. Entender estas diferencias y encontrar puntos de encuentro donde las habilidades de unos y otros se complementen es clave en un mercado laboral en constante transformación.
