¿Quieres dejar tu trabajo de verdad o es solo síndrome postvacacional?
Un 15% de los profesionales españoles piensa en cambiar de empleo en los próximos doce meses
Vuelta de las vacaciones: cómo retomar la rutina diaria sin sentir que la vida te pasa por encima
Cada mes de septiembre, coincidiendo con el final de las vacaciones, muchas personas sienten una inevitable resistencia a retomar la rutina laboral. Emociones como el desánimo, la falta de energía, la irritabilidad o la ansiedad se imponen a la ilusión por afrontar nuevos retos, e incluso puede aparecer el impulso de querer renunciar al trabajo. Pero, ¿estamos ante el famoso síndrome postvacacional o ante una señal de que necesitamos realmente replantearnos nuestro futuro profesional?
El síndrome postvacacional es un estado de malestar emocional y físico que se produce al reincorporarse al trabajo tras un periodo de descanso prolongado. Puede durar unos días o dos semanas, dependiendo de las circunstancias de cada uno. Según datos de Adecco, entre el 25% y el 30% de los empleados podrían experimentar síntomas como los arriba citados, aunque no siempre llegan a un diagnóstico clínico.
En definitiva, se trata de una situación muy común, pasajera y que se supera en poco tiempo. Pero si pasan las semanas y el malestar sigue igual (o peor), probablemente sea indicador de un desajuste laboral más profundo. Querer renunciar al empleo puede parecerse al síndrome postvacacional porque ambas experiencias generan rechazo al retorno a la rutina laboral, pero sus raíces son distintas. Si la primera se centra en la dificultad para readaptarse tras un periodo de descanso, la segunda indica una insatisfacción o desgaste continuo en el entorno de trabajo.
Aumenta la intención de cambiar de empleo
El parón estival ofrece tiempo para reflexionar sobre la trayectoria laboral, el equilibrio entre la vida personal y el trabajo, o las expectativas salariales, entre otras cosas. Es un periodo en el que se toma conciencia de estar sufriendo un 'burnout' o agotamiento laboral crónico que no se resuelve con descanso, o de falta de motivación por tareas monótonas y ausencia de desarrollo profesional. Esto se traduce en un aumento de la intención de cambio de trabajo.
El Informe sobre Intención de cambio de empleo que realiza anualmente InfoJobs, la plataforma de empleo líder en España, constata que un 15% de los españoles piensa en cambiar de empleo en los próximos doce meses, el mismo dato que en 2024. Sin embargo, crecen de forma significativa (hasta un 44%) quienes dejarían su trabajo sin tener otro asegurado.
Pasos para superar la vuelta al trabajo en septiembre
Si lo que nos pasa es simple síndrome postvacacional, lo normal es que nuestra disposición mejore en pocos días. En ese sentido, hay algunas estrategias que pueden ayudar a reducir el impacto. El experto en productividad, hábitos y biohacking, Miguel Navarro, Ceo de Productividad Feroz, nos comparte una serie de consejos para poder fortalecer la seguridad y la productividad a la hora de volver al trabajo en septiembre:
- Tomarlo como un nuevo comienzo. La vuelta de las vacaciones puede ser una oportunidad de retomar rutinas que quedaron aparcadas en verano como hacer deporte, comer mejor o rescatar algún hobby.
- Reconectar con objetivos y motivaciones. Conviene preguntarse qué nos impulsa a trabajar y qué queremos conseguir. Tener una visión clara (a corto y largo plazo) nos permitirá enfocarnos mejor.
- Planificar y organizar de forma realista. Hay que dedicar unos minutos a ordenar las tareas, establecer prioridades e incluir alguna actividad que nos pueda resultar agradable.
- Empezar con pequeños pasos. En primera instancia lo mejor es dedicar solo 5 minutos a una tarea para romper la inercia. Después será mucho más fácil continuar.
- Eliminar lo innecesario. Es clave eliminar hábitos o distracciones que no aportan valor, como interrupciones constantes, reuniones innecesarias o tareas que no están alineadas con nuestros objetivos. Hay que dar prioridad a lo realmente importante y aprender a decir 'no'.
- Alternar trabajo y desconexión. Unos minutos de desconexión mental pueden ayudar a despejarnos, recargar energía y volver con más claridad y productividad a las tareas.
Si a pesar de todo el malestar no desaparece y persiste la ansiedad sostenida o la falta total de motivación, quizás sí sea el momento de explorar un cambio de rol o incluso de empresa, reorientando nuestra carrera hacia un entorno más alineado con nuestros valores y necesidades. Y tampoco estaría de más consultar a un especialista en salud mental para descartar el 'burnout'.
