Calculando la factura de un Brexit sin acuerdo

  • España teme especialmente el impacto en las exportaciones y en el turismo

  • La economía británica podría entrar en recesión y ya ha perdido productividad preparando el Brexit

El 16 de septiembre de 1992 era miércoles. En el Reino Unido se recuerda como "el miércoles negro" porque ese día la libra esterlina abandonó abruptamente el Sistema Monetario Europeo (el primer ensayo del euro, también conocido como "la serpiente"). Una salida temporal, dijo entonces el gobierno de John Mayor... Justo 27 años después el Reino Unido amenaza con ir más por su cuenta con un Brexit sin acuerdo.

Después de muchas llamadas en falso, el gobierno español ya avisa: "conviene prepararse para lo peor". Si nada cambia, el uno de noviembre el Reino Unido estará fuera del Mercado Interior, de la Unión Aduanera, de la cobertura del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) y del presupuesto de la Unión Europea. "Una salida sin acuerdo sería salvaje, caótica, pero es muy, muy difícil saber el impacto económico", explica Federcio Steinberg, investigador del Real Instituto Elcano y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid. "En cualquier caso, sabemos que será malo pero no catastrófico".

España, muy sensible a un Brexit duro

El Banco de España calcula que una salida sin acuerdo se traduciría en una caída del PIB de un 0,8% en los próximos cinco años. La factura total sumaría cerca de 10.000 millones de euros.

Parte del coste vendría por el lado del comercio. Según los datos del Instituto de Crédito Exterior (ICEX), la balanza comercial (la diferencia entre lo que España exporta e importa del Reino Unido), el año pasado se saldó con un superávit para España de 7.528 millones de euros. Reino Unido es:

  • El tercer mercado más importante para las exportaciones españolas.
  • El sexto país de origen de las manufacturas que que importa España.
  • El segundo país con más inversiones en España (56.918 M€ en 2017).

Los exportadores de productos frescos no saben qué pasará. El gobierno británico ha anunciado que no gravará estos productos, pero está también el riesgo logístico. "El producto perecedero tiene el problema de los controles fronterizos: si se prolongan, los exportadores pueden decidir enviarlo a otros mercados y provocar una caída de precios", explica José María Pozancos, director de la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (FEPEX). "Las relaciones comerciales se han de mantener sí o sí", añade, y confía en que se activen mecanismos de compensación si se deterioran los precios, como ya ocurrió con el cierre del mercado ruso en 2014.

Preocupación política

El Gobierno acaba de anunciar que se han incorporado 875 funcionarios para gestionar un hipotético Brexit duro. Un contingente humano extra para reforzar el control de fronteras de personas y mercancías. La sobrecarga, por ejemplo, llegaría de los 400.000 británicos que viven a caballo entre su país y el nuestro y que podrían solicitar su residencia española. Un trámite que hasta la salida de la UE no resultaba tan necesario. En la actualidad 330.000 británicos sonresidentes registrados en España. Nuestro país por su parte espera que no haya trabas para los 9.726 trabajadores que cada día se desplazan a Gibraltar.

La Comisión Europea ha hecho un "llamamiento finalComisión Europeallamamiento final por "el poco tiempo que queda". Ha ampliado las las medidas económicas previstas para dotar de un colchón financiero para los más perjudicados por el Brexit. Se habilitarán partidas del Fondo de Solidaridad de la Unión Europea para los estados y del Fondo Europeo de la Adaptación a la Globalización para los trabajadores que pierdan su empleo.

Las empresas se preparan

La Comisión Europea ha dado un respiro a Iberia al anunciar que se prorrogará hasta el 24 de octubre de 2020 la regulación de tráfico aéreo tal y como está prevista. Sin esta extensión, la aerolínea integrada ahora en la británica IAG corría el riesgo de perder sus derechos de vuelo dentro de Europa.

El transporte aéreo de pasajeros entre ciudades de la UE está reservado a las compañías que tengan, al menos, un 51% de capital de la Unión. En los últimos meses, Iberia ha defendido su españolidad con el argumento de que El Corte Inglés controla su accionariado. Bruselas entiende que los grandes almacenes tienen más derechos políticos en la junta de Iberia pero no derechos económicos, mayoritariamente en manos británicas.

Las compañías españolas con inversiones en el Reino Unido ya han realizado algunos movimientos en los últimos meses:

  • Ferrovial ha abandonado su sede de Óxford.
  • Iberdrola ha vendido un parque eólico marino y ha destinado ese dinero a su filial escocesa para reforzar su posición en el país.
  • Telefónica ha dejado en el aire la salida a bolsa de su filial británica O2.
  • Santander, tiene previstos planes de contingencia para el previsible deterioro de la actividad en el Reino Unido. Un 13% de sus beneficios se generan en este país.
  • Sabadell, como propietario del banco británico TSB también ha tenido que prepararse.

Según los datos de 2018 de la Cámara de Comercio Española en Reino Unido, las empresas españolas tienen inversiones de 77.000 millones en el país. Es el principal destino inversor y generan 126.000 empleos.

El sector turístico tiembla

Un divorcio por las bravas devaluaría la moneda británica y encarecería, por tanto, el viaje de un británico a España. Un escalofrío recorre el sector turístico que vive del récord al que contribuyen notablemente los británicos. Son nuestros principales visitantes... y muy fieles. El año pasado, llegaron 18,5 millones de viajeros de Reino Unido que gastaron 17.976 millones de euros. En los primeros siete meses del año nos han visitado ya 120.000 turistas británicos menos.

La economía del Reino Unido pierde más

El Banco de Inglaterra ha encendido las alertas, y eso que ha ido suavizando sus pronósticos sobre un Brexit duro a lo largo del tiempo. El gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, ha asegurado ante el Parlamento británico:

  • Hay un tercio de posibilidades de que Reino Unido comience 2019 en recesión.
  • Se prevé que la economía caerá un 5,5% si no hay acuerdo de salida.
  • El paro se duplicaría hasta el 7%.

El Banco de Inglaterra alerta también de la factura para los británicos:

  • Los precios podrían subir porque "la libra caería, empujando al alza los precios en las tiendas". La inflación escalaría hasta el 5,5%.
  • "La gente podría recortar los gastos si cae su confianza sobre sus ingresos futuros".
  • 240.000 empresas británicas que comercian con la Unión Europea no están preparadas para afrontar inspecciones de frontera en caso de no acuerdo.
  • Pérdida de productividad: ha caído hasta un 5% desde el referéndum de 2016 por las horas que los responsables de las empresas dedican a preparar el Brexit.

Todo en el aire porque un Brexit sin acuerdo es un mal divorcio en el que todos pierden. Además, no es un punto final. Los vecinos están condenados a entenderse y volveríamos a ver una mesa de negociación para establecer las bases de una nueva relación de los británicos con la Unión Europea. Haría falta definir derechos de los ciudadanos, relaciones y términos comerciales, la factura de salida y quién paga qué... Es decir, vuelta a la casilla de salida.