El Gobierno incluirá en el recibo de la luz las rebajas que espera aprobar el próximo martes

  • Las medidas ya están definidas y falta la aprobación de Hacienda y la CNMC

  • El Ejecutivo intenta que la reducción en la factura se note y que el usuario sepa que es iniciativa gubernamental

Por mucho que los miembros de Gobierno insistan en que una cosa es el precio mayorista de la energía y otra el recibo de la luz, lo primero sigue deslumbrando a lo segundo. Las continuas noticias de incrementos en la subasta diaria ocupan tal espacio en los medios que el mensaje de que eso no se traslada directamente al recibo de cada usuario no termina de calar. Por eso, hace ya semanas, el Ejecutivo se puso a mirar cómo podía rebajar el impacto de esas subidas mayoristas.

Descartada la idea de intervenir directamente en el precio, el Gobierno se ha centrado en la parte donde sí tiene margen para maniobrar: los impuestos. Ya ha decidido bajar el IVA del 21% al 10% para todos aquellos que tengan contratada las potencias menos altas. Ahora podría volver a tocar ese impuesto y situarlo en el 4%, el tipo superreducido.

También tiene margen en el impuesto a la electricidad, que tiene en la actualidad un tipo del 5,11% y que no se ha tocado todavía. La UE fija para ese impuesto unos mínimos, así que no es suprimible, y tiene la dificultad añadida de que su recaudación termina en las arcas de las comunidades autónomas, con lo que habría que compensarlas.

Todo eso está en estudio por parte del ministerio de Hacienda y la Comisión Nacional de la Competencia (CNMC), que tendrán que dar el visto bueno a las medidas diseñadas por la vicepresidenta Teresa Ribera.

El Gobierno espera que ese visto bueno llegue a tiempo para que este martes ya sean aprobadas y se amortigüe el incremento sufrido en el mercado mayorista. El presidente necesita esos recortes para lograr cumplir su promesa de que al final de año el recibo será igual que el de 2018.

Además, el Ejecutivo quiere dejar claro que si el recibo baja es gracias a su decisión política. Es decir, si desde todos los flancos reclaman al Gobierno que “tiene que hacer algo”, quiere que lo hecho quede reflejado en la factura. Así, cuando la reciba en casa, usted podrá leer lo que se ha ahorrado gracias a la aprobación del real decreto de la próxima semana.

Los continuos incrementos del coste de la generación de electricidad se han convertido este verano en un desgaste diario para el Ejecutivo. Desde el punto de vista político, su socio ha estado reclamando medidas e intervenciones en el sistema de formación de precios. En la oposición han recordado a Sánchez los días en los que él desgastaba a Rajoy por el mismo asunto. En los medios, la luz se ha convertido en el tema estrella de azote al Gobierno. En momentos de acoso, la vicepresidenta Ribera ironizaba con que la única posibilidad era ir a pedirle a Putin que no subiera tanto el precio del gas. El Gobierno quiere revertir esa situación de agobio e intenta, no sólo “hacer algo”, sino que los ciudadanos comprueben en sus facturas que, aunque los medios hablan de continuas subidas, no le afectan a su bolsillo, al menos, en la misma proporción.