Casos en los que las empleadas del hogar pueden sumar años a su cotización para la pensión por jubilación

Las empleadas del hogar, un colectivo tradicionalmente feminizado, precarizado y escasamente protegido
Empleadas de hogar: cómo contratarlas y cuánto cuesta
En los márgenes menos visibles del engranaje productivo español, las empleadas del hogar, un colectivo tradicionalmente feminizado, precarizado y escasamente protegido, libran una batalla silenciosa por algo tan esencial como es recibir una jubilación digna. Y aunque durante décadas han estado relegadas a un limbo normativo, hoy en día sí que existen mecanismos, que permiten sumar años de cotización efectiva.
Además, no estamos hablando de trucos, ni tampoco de atajos, sino de instrumentos jurídicos cuidadosamente diseñados para evitar que el olvido institucional se traduzca, una vez más, en vulnerabilidad económica.
Convenio especial para cuidadoras no profesionales
El primer gran resquicio que el sistema abre para acumular años de cotización sin empleo formal se encuentra en el Convenio Especial para cuidadoras no profesionales de personas en situación de dependencia. Esta figura, creada por la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y regulada en el artículo 9 del Real Decreto 615/2007, permite que quien asuma el cuidado informal y continuado de un familiar dependiente pueda mantener su cotización a la Seguridad Social como si de una trabajadora activa se tratase.
Desde abril de 2022, el Estado asume la cotización íntegra de este convenio, lo que transforma este mecanismo en una fórmula de inclusión contributiva sin coste directo para la interesada. Así, toda empleada del hogar que pase a cuidar de un familiar dependiente puede no solo evitar lagunas de cotización, sino añadir años computables a su vida laboral sin haber pisado un puesto de trabajo formal durante ese tiempo.
Convenios bilaterales
En un contexto en el que una buena parte de las empleadas del hogar son extranjeras, otro mecanismo clave para sumar all historial de cotización son los convenios bilaterales de Seguridad Social. España mantiene actualmente acuerdos con más de 20 países, entre ellos Ecuador, Colombia, Perú, Marruecos o Filipinas, que permiten reconocer los periodos de cotización efectuados en el país de origen como válidos para cumplir los requisitos de acceso a la pensión contributiva española.
Aunque no se trata de un traspaso económico (la pensión final se reparte proporcionalmente entre ambos países), sí permite acreditar el mínimo de 15 años exigido para percibir una pensión contributiva. En la práctica, esto significa que una trabajadora que haya cotizado ocho años en su país y siete en España podrá acceder a la pensión, en lugar de verse abocada a un subsidio asistencial mínimo.
Cómo multiplicar años desde la base mínima
Pese a estas oportunidades, no puede ignorarse que las empleadas del hogar cotizan, en su mayoría, por la base mínima de cotización. Según datos del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, en más del 60% de los casos las pensiones derivadas de este régimen requieren complementos a mínimos. Sin embargo, al incorporar años adicionales mediante los mecanismos anteriores, la trabajadora no solo amplía su vida laboral computada, sino que puede alterar la base reguladora del cálculo de la pensión, consiguiendo evitar el complemento y accediendo a una prestación íntegra.
Además, desde octubre de 2022, con la reforma que equipara derechos del régimen de empleadas del hogar al Régimen General, estas trabajadoras acceden a protecciones históricamente vedadas, como el desempleo y la cotización por formación. Esta progresiva equiparación no solo repara una discriminación histórica, sino que refuerza la posibilidad de consolidar trayectorias laborales estables, completas y dignas en términos previsionales.

