Jubilación

¿Qué significa tener una jubilación emocionalmente saludable en 2025?

Hay que aprender a ser felices sin trabajar
Hay que aprender a ser felices sin trabajar. Unsplash
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La jubilación es una etapa muy ansiada por parte de muchos trabajadores, pero también conlleva una serie de desafíos a nivel emocional para aceptar esta nueva forma de vida una vez retirados de la edad laboral. Es precisamente la pérdida de la posibilidad de trabajar el principal reto al que se enfrentan las personas en edad de jubilación, ya que se suele identificar el trabajo con el propósito de vida y, al faltar este, se necesita uno nuevo para tener un retiro emocionalmente saludable.

Principales desafíos emocionales cuando nos jubilamos

La cantidad de años que estamos en edad activa hace que el trabajo haya tenido tanta importancia a lo largo de nuestra vida, que cuando llega la hora de jubilarnos pueda dar una sensación de vacío, por mucho que estemos deseando que llegue esta etapa. Al fin y al cabo, factores como la falta de una estructura diaria, la disminución de la actividad mental asociada a los desafíos de la actividad profesional, la ausencia de un propósito de vida que no sea el propio disfrute o la preocupación financiera pueden acabar haciendo acto de presencia en forma del conocido como 'síndrome del jubilado'.

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Hay estudios que han puesto el foco en el peligro que tiene para nuestra estabilidad mental especialmente el primer año de jubilación, relacionando esta con un deterioro de la salud. Según estos datos, se estima que las personas en el primer año de retiro profesional tienen en torno a un 40% más de probabilidades de sufrir dolencias como un infarto o un derrame cerebral, en comparación con aquellas que siguen trabajando. Por tanto, no está de más irnos preparando mentalmente incluso antes de que llegue la hora de la jubilación no solamente para ir planificando la nueva etapa, sino para ir haciendo un trabajo mental que nos permita tener en ese momento una buena salud emocional.

Qué hacer para tener una jubilación y salud mental a la par

Una vez analizados cuáles suelen ser los principales problemas a los que se enfrentan las personas jubiladas cuando llega el momento de su retirada profesional, vamos a establecer una serie de pautas que recomiendan los expertos para que la transición hacia un nuevo estilo de vida sea lo más saludable posible desde un punto de vista psicológico. La pregunta más frecuente que se hace cada persona que se jubila es del tipo '¿qué hago ahora con mi vida?'. Por supuesto, deberíamos aprovechar el nuevo tiempo libre e invertirlo en actividades que nos apasionen.

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Dedica el tiempo que necesites a cultivar tus aficiones, porque nunca antes habrás tenido tanta disponibilidad para ello. Haz deporte (mens sana in corpore sano), viaja, apúntate a clases colectivas, etc. Trata de contrarrestar la sensación que puedes tener de exceso de tiempo libre, en el que tu nueva vida sin trabajar se traduce en días que se hacen largos, aburridos y vacíos. Tapa los huecos con nuevas pasiones. Cuida tu actividad física. La Organización Mundial de la Salud promueve el concepto de envejecimiento activo, “un proceso de optimización de las oportunidades de bienestar físico, social y mental durante toda la vida, con el objetivo de ampliar la esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez”. Es como no solamente sumar años a la vida, sino vida a los años.

Por mucho crecimiento personal y autodescubrimiento que aporten estas actividades, muchas personas necesitan todavía de esa sensación de sentirse útiles que anteriormente aportaba la vida profesional. En esos casos, podemos tratar de enfocar esas aficiones a actividades altruistas. Nunca sobran manos en organizaciones comunitarias y solidarias, así que un voluntariado puede seguirse considerando lo más cercano a tener un trabajo (no remunerado, eso sí) y a su vez estar libres de ciertas ataduras que tenía la vida laboral.

Hay un dicho que indica que “nunca es tarde para aprender” y tiene toda la razón. Por muy mayor que te sientas, no hay un límite de edad para adquirir nuevos conocimientos y habilidades y, como en el caso de tus aficiones, quizás sea el momento más propicio para sentirte realizado añadiendo nuevos conocimientos en este momento. Incluso está recomendado desde un punto de vista científico, ya que el cerebro tiene una capacidad llamada 'neuroplasticidad' por la que permite la creación de nuevas conexiones neuronales a cualquier edad. La adquisición de nuevas herramientas cognitivas te ayudará a llenar el vacío que dejó el trabajo y a comprender que la edad no debería ser un obstáculo para la superación personal.

Una vez que hayas encontrado lo que te ayude a llenar el vacío que tienes tras el cese de actividad profesional, marca una nueva rutina estructurada pero flexible, porque tienes tiempo libre que querrás sentir que ocupas, pero tampoco deberías volver a tener las ataduras que tenías cuando todavía trabajabas. Deberás ser tú quien elija los ingredientes de lo que va a ser tu nueva vida y, cuanto más realizado te sientas, mejor será la transición de la ocupación laboral a esta nueva vida.