Cómo funcionan los fondos indexados: principales características

  • La principal ventaja de este tipo de cartera es que el cliente tendrá cierta certeza acerca de su inversión

Cuando hablamos de fondo de inversión, un concepto que surge con frecuencia es el de fondo indexado. Se trata de un vehículo más para canalizar el ahorro, a través de instituciones de inversión colectiva que invierten el patrimonio de un grupo de inversores en diferentes activos financieros, con el objetivo de obtener una rentabilidad. ¿Qué un fondo indexado y cómo funciona exactamente?

¿Qué son los fondos indexados?

Tal y como recuerdan desde BBVA, los fondos de inversión son gestionados por entidades gestoras, y pueden ser de dos clases: de gestión activa o de gestión pasiva. Así, la gestión activa busca una rentabilidad superior a la del mercado en el que opera el fondo, mientras que la pasiva busca igualarlo.

De esta forma, la gestión pasiva requiere menos actividad por parte del gestor: basta con realizar una inversión inicial en activos financieros que se mantendrá en cartera durante un tiempo prolongado. Precisamente en esto se basan los fondos indexados, también conocidos como fondos índice, que simplemente buscan replicar un índice determinado.

En cuanto a la forma de hacerlo, un buen ejemplo es pensar en un inversor que compre el mismo porcentaje de acciones de cada una de las empresas de un índice, manteniendo los pesos proporcionales de esos valores en el índice. Ese proceso es el de creación de una cartera idexada, es decir, una "versión en miniatura de dicho índice". Así, lo normal es obtener la misma relatividad que la que obtendrá ese índice en el mismo periodo de tiempo.

Ventajas de los fondos indexados

La principal ventaja de este tipo de cartera es que el cliente tendrá cierta certeza acerca de su inversión, que solo dependerá de cómo evolucione el mercado, y no de lo movimientos que lleve a cabo su gestor. Optar por esta vía o por una inversión activa dependerá del perfil del inversor y de su aversión al riesgo. En general, la gestión pasiva es más barata que la activa en cuanto a sus comisiones y su seguimiento es más sencillo e intuitivo. Sobre todo, "no admiten sorpresas más allá de las que depare el propio mercado”,y “reflejan fielmente el comportamiento del índice dejando a un lado la operativa a corto plazo que pueda realizar un gestor activo".

Eso sí, no hay que olvidar que un fondo indexado se encuentra a merced del comportamiento del índice que replica, por lo que si este índice baja, también lo hará, de la misma manera, la rentabilidad del fondo en el que hayamos invertido.