Los errores más comunes al reformar una casa, según un arquitecto: "No cerrar un presupuesto con garantías es uno"
La recomendación es buscar un equilibrio entre diseño, funcionalidad y calidad, aunque suponga un mayor esfuerzo económico
Un arquitecto explica qué es lo más caro al reformar una vivienda: "El precio final depende de factores invisibles"
Reformar una vivienda puede ser una experiencia tan ilusionante como complicada y estresante. La idea de transformar un espacio y adaptarlo a nuevas necesidades despierta entusiasmo, pero también puede convertirse en un camino lleno de errores si no se planifica de manera adecuada.
Lo que parece sencillo en nuestra cabeza puede acabar multiplicando el tiempo de ejecución, elevar el coste o generar resultados muy alejados de lo esperado.
Lo que señala un experto en arquitectura
José Luis Esteban Penelas, catedrático de Arquitectura en la Universidad Europea, resume varios errores clave que suelen cometerse, “hay una multiplicidad, pero podemos destacar como temas paradigmáticos no contar con la presencia de un profesional de la arquitectura, ya que pueden aparecer elementos que hay que reformar y que solamente un profesional es capaz de detectar”.
Añade que otro error frecuente es “comprarla sin hacer un estudio previo de cómo puede estar el estado estructural o el estado constructivo”. Esta falta de análisis previo suele derivar en sorpresas desagradables durante la obra.
Asimismo, advierte: “Otro error es no cerrar un presupuesto con una constructora de garantías, o bien acometer la reforma por cuenta propia, ya que el mundo de la construcción es muy complejo, con la intervención de muchos agentes y surgen muchas cuestiones imprevisibles”.
Estas observaciones son especialmente relevantes si se tiene en cuenta que, según datos del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España, en 2023 aumentó un 18% el número de reformas integrales registradas en el país, con un promedio de inversión que se sitúa en torno a los 700 euros por metro cuadrado.
Planificación insuficiente y expectativas irreales
Uno de los errores más comunes al reformar una casa es no dedicar el tiempo necesario a planificar cada detalle. Muchas personas se centran en la estética y descuidan aspectos técnicos que influyen directamente en la habitabilidad y el confort. Una investigación del portal Habitissimo reveló que el 62% de los propietarios se sorprende por imprevistos durante la obra, generalmente derivados de instalaciones antiguas o problemas ocultos en paredes y suelos.
A esto se suma la tendencia de imaginar que los plazos siempre se cumplen al pie de la letra. La realidad es que las obras suelen alargarse más de lo previsto, en especial cuando aparecen deficiencias estructurales o retrasos en la entrega de materiales.
Presupuestos poco realistas y falta de control
Otra fuente de conflictos es subestimar el coste total de una reforma. De acuerdo con un estudio de la Asociación Nacional de Distribuidores de Materiales de Construcción, el 40% de las obras supera el presupuesto inicial en más de un 15%. Esto ocurre porque se suele calcular únicamente la mano de obra y los materiales visibles, dejando de lado permisos, licencias, honorarios profesionales y acabados adicionales que surgen sobre la marcha.
Contar con un presupuesto cerrado y con cláusulas de revisión resulta esencial para no comprometer la economía familiar. Además, realizar pagos por adelantado sin un contrato claro aumenta el riesgo de problemas con la constructora.
Subestimar la importancia de la eficiencia energética
Las reformas también son una oportunidad para mejorar la sostenibilidad de la vivienda, pero con frecuencia este aspecto se deja en un segundo plano.
Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), más del 60% de los hogares en España tienen una calificación energética baja. Incorporar aislamiento térmico, ventanas de calidad o sistemas de climatización eficientes no solo reduce la factura energética, también incrementa el valor de la propiedad.
No tener en cuenta estos factores es un error que a largo plazo se traduce en mayores gastos y en una vivienda menos competitiva en el mercado inmobiliario.
Elegir materiales solo por estética
Los materiales definen tanto el aspecto visual como la durabilidad de un hogar. Priorizar únicamente la apariencia y no evaluar su resistencia o mantenimiento es otro de los fallos recurrentes.
Muchas reformas fallan en la elección de suelos, revestimientos o carpintería, que terminan deteriorándose en pocos años. La recomendación es buscar un equilibrio entre diseño, funcionalidad y calidad, aunque suponga un mayor esfuerzo económico inicial.
Falta de coordinación entre profesionales
Un proyecto de reforma implica la participación de arquitectos, ingenieros, aparejadores, electricistas, fontaneros y otros especialistas. Cuando no existe una coordinación adecuada, los problemas se multiplican.
El Colegio de Aparejadores de Madrid ha señalado que el 35% de las quejas de particulares sobre obras está relacionado con errores de comunicación entre los diferentes agentes.
Apostar por una dirección facultativa que supervise todo el proceso es la mejor manera de evitar malentendidos y retrabajos.
Reformar una casa no debería ser un salto al vacío. Cada decisión, desde la distribución hasta la elección de materiales, repercute en la comodidad y seguridad del día a día.